La lucha contra el narcotráfico que encara el Gobierno boliviano logró afectar en más de $us 70 millones a esta actividad ilícita con los operativos realizados entre enero y la primera quincena de septiembre, reveló este domingo el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Jaime Mamani.
De las 487 fábricas de droga y laboratorios de cristalización de cocaína que fueron destruidas en el país desde enero hasta agosto de este año, 418 se encontraron en Cochabamba, es decir el 86 por ciento.
La mayor parte está en el trópico cochabambino, en específico en Chapare, según las autoridades. Además, en los operativos que se realizaron en este departamento, se registraron 557 aprehendidos, de acuerdo con datos de la fuerza antidroga. Sin embargo, especialistas observan que los detenidos pertenecen a niveles bajos o intermedios de las organizaciones criminales y no son «peces gordos» de narcotráfico.
Desde el 1 de enero hasta el 31 de agosto de 2023, de 416 fábricas de pasta base de cocaína que fueron destruidas en el país, 376 se encontraban en Cochabamba, 25 en Santa Cruz, dos en Oruro y una en Pando, según datos estadísticos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN).
Además, de un total de 30 laboratorios de cristalización de cocaína destruidos este año, 18 fueron hallados en Cochabamba, cinco en Santa Cruz y siete en Beni.
41 laboratorios de reciclaje fueron destruidos. De este total, 24 se encontraban en Cochabamba, nueve en Beni y ocho en Santa Cruz, se lee en el informe de la fuerza antidroga.
De acuerdo con los datos de este registro estadístico de la FELCN, Cochabamba es el departamento que concentra la mayor cantidad de fábricas y laboratorios de droga destruidos en lo que va del año. ¿Qué ocurre en este departamento? Para el excoronel del Ejército y militar en servicio pasivo, Jorge Santistevan, este ilícito se comete en ese sector del trópico cochabambino a causa de tres elementos.
«El primer elemento es por la nacionalización por la lucha contra el narcotráfico a través de la emisión de varias leyes respecto a la producción de la hoja de coca y al desalojo o repliegue de la DEA y el embajador norteamericano (de EEUU) que eran los que apoyaban la lucha contra el narcotráfico. El segundo elemento importante se refiere a que el territorio del Chapare cochabambino es un enclave geopolítico donde no entra el Estado y dentro de ese lugar se realizan actividades ilícitas, las mismas hacen crecer la fortuna y la organización criminal de los carteles», explicó a Brújula Digital Santistevan.
Según el excoronel, el tercer elemento se refiere a la existencia de carteles internacionales que están operando en Bolivia, principalmente su base, su centro de operación está en el trópico cochabambino y en la parte sur del territorio de Beni, es decir el TIPNIS y la frontera con Perú.
«Entonces desde ese centro fuerte de operaciones del narcotráfico, ubicado en el trópico, en el corazón de Bolivia, parte de la amazonia boliviana, se proyectan las actividades del narcotráfico al resto de los departamentos y a través de las fronteras al exterior. Es así que vemos megafábricas de cocaína que producen 400 kilos de drogas (…)», aseguró.
«No caen peces gordos»
En los operativos de destrucción de fábricas y laboratorios en lo que va del año -según los datos de la FELCN, se registraron 2.385 aprehendidos en todo el país. De este número, se reportaron 709 detenidos en Santa Cruz, 557 en Cochabamba, 386 en La Paz, 236 en Oruro, 137 en Tarija, 129 en Beni, 106 en Potosí, 78 en Chuquisaca y 47 en Pando.
Según el excoronel Santistevan, la justicia y los operativos de destrucción de fábricas y laboratorios no llegan a los peces gordos. «La justicia precisamente hace investigaciones que terminan en los contratados, en las personas de niveles básicos e intermedios de jerarquía de una estructura criminal o un cartel del narcotráfico. Los procesos no se realizan a los principales cabecillas o líderes de la organización criminal», explicó.
Al no capturar a «los peces gordos», las organizaciones criminales siguen operando y produciendo droga. «Al estar intactos se mantienen trabajando con el narcotráfico. Es como lo que ocurre ahora en el país, (Sebastián) Marset está perseguido, pero toneladas de droga se siguen encontrando en Argentina, Chile y en el exterior», sostuvo.
La criminóloga y exdirectora del Observatorio Boliviano de Seguridad Ciudadana y Lucha Contra las Drogas (OBSCD), Gabriela Reyes, observó en julio que no se hayan «capturado peces gordos» en los operativos. «Se informa de grandes operativos, grandes incautaciones en tiempo récord como resultados óptimos, incluso, se dice que es la mejor gestión de la historia de Bolivia, pero llama la atención la ausencia de captura de peces gordos de narcotráfico. Se muestran resultados que no concuerdan con la realidad», dijo la experta, según una nota de ANF.
Un exjefe de la policía antidroga que pidió guardar su nombre en reserva explicó a Brújula Digital que generalmente los «los peces gordos» o «narco dueños» no se encuentran en las instalaciones de los laboratorios de cristalización y fábricas de pasta base de cocaína porque estos negocios ilícitos son manejados por sus «operarios» o personal intermediario.
Aseguró que cada vez los narcotraficantes usan más tecnología para los procesos de producción y los controles de seguridad. «Utilizan hasta drones para vigilar los laboratorios», dijo en referencia a que, en muchos de los casos, «los operarios» de estas fábricas ilícitas logran escapar antes del ingreso de las fuerzas antidrogas.
En la última semana de agosto, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, presentó un mapa del narcotráfico. Advirtió que la mayor concentración de fábricas de pasta base de cocaína y laboratorios de cristalización está en el trópico de Cochabamba. Indicó que también hallaron estas factorías en el noroeste de Santa Cruz y la Chiquitania.
«(En el mapa) podemos determinar dónde se encuentran los laboratorios que hemos ido destruyendo durante todo este tiempo (…) El grueso, lo mayor, se encuentra cerca de la provincia Chapare del municipio de Villa Tunari», explicó.
Según el ministro de Gobierno, entre 2020 y en lo que va de 2023, 1.804 fábricas de cocaína fueron intervenidas, de las cuales entre el 80% y el 90% estaban ubicadas en el municipio de Villa Tunari de la provincia Chapare, en Cochabamba.
«Entre 2020, 2021, 2022 y parte del 2023, hemos encontrado 1.804 fábricas dentro del territorio nacional, eso es lo que les molesta a esas exautoridades, eso es lo que les molesta a las organizaciones criminales, ese es el motivo por el cual hace meses van pidiendo nuestra renuncia ante el Ministerio de Gobierno, ese es el motivo por el cual amenazan con bloquear carreteras, porque estamos realizando este trabajo», dijo Del Castillo en referencia a los constantes ataques del expresidente Evo Morales y sus seguidores a la gestión de Luis Arce.
El ministro Del Castillo explicó que sólo en 2023 se destruyeron más de 27 megalaboratorios de cristalización de clorhidrato de cocaína y aseguró que continuará con este trabajo.