Un 30 de julio de 1961 ocurría el último vuelo de la insigne aeronave, que forma parte del ornato del Primer Anillo
La madrugada del 30 de julio de 1961 un avión Constellation alzaba vuelo desde el aeropuerto El Trompillo sin presentar manifiesto de carga, menos plan de vuelo. Supuestamente solo haría un vuelo de prueba, pero -según Verdadera Historia del Avión Pirata, libro escrito por el técnico aeronáutico y piloto civil Ramiro Molina Alanes, sobre la historia de esta nave- había sospechas de que partía llevando un cargamento de diversos artículos de contrabando.
De manera que, desde días antes el Ministerio de Obras Públicas había determinado que esa aeronave fuera interceptada en el aire por la Fuerza Aérea Boliviana (FAB). La Aduana Nacional tenía conocimiento de que, durante los meses de mayo y julio de 1961, un avión extranjero, con la protección del Comando Departamental del MNR y el Jefe de las Milicias Armadas de Santa Cruz, realizaba aterrizajes y despegues subrepticios en el aeropuerto El Trompillo, especialmente en horas de la noche, arguyendo escalas técnicas o reabastecimiento de combustible, de acuerdo con el relato de Molina.
El piloto cuenta que, aprovechando la excelente ubicación geográfica de la capital oriental, la aeronave trasladaba cuantiosa mercadería de contrabando desde Panamá hacia Bolivia, Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay.
El avión pirata era un cuatrimotor Constellation, con matrícula norteamericana N2520B, de propiedad del Lloyd Airlines de Miami. Había aterrizado en El Trompillo el 29 de julio, donde descargó cajas de mercadería. Y, a la mañana siguiente, se disponía a seguir con su plan, pero no esperaba ser perseguido por dos aviones caza de la Fuerza Aérea Boliviana.
De acuerdo con el relato, el Constellation había recibido la orden -a través de la torre de control- de dirigirse hacia Cochabamba, pero no la obedeció y, en cambio, intentó escapar a Argentina. Sin embargo, los aviones caza lo evitaron con ráfagas de disparos. Una de las aeronaves era piloteada por el Tte. Alfredo Ameller Trigo, quien al tratar de llegar a Santa Cruz se estrelló y murió, mientras seguía al Constellation que había hecho una “intempestiva picada” tratando de eludir la persecución.
El avión pirata finalmente aterrizó en El Trompillo, ante el acoso del segundo avión caza, piloteado por el Cap. Alberto Peredo Céspedes. Una vez en tierra, la tripulación fue arrestada y la mercadería, incautada.
Estos sucesos tuvieron consecuencias para los milicianos, autoridades y otras personas involucradas en el caso. Y el avión, once años más tarde, en 1972, fue cedido a la Alcaldía cruceña, que lo colocó en la plaza Boris Banzer, del barrio El Tao, donde se encuentra en la actualidad.
Desde entonces, ha funcionado como biblioteca, snack, agencia de viajes y turismo; ha sido ‘adoptado’, junto a las áreas que lo circundan, por empresas que se hicieron cargo de su mantenimiento (Nibol, Fidalga y Aerosur), por lo que, por algún tiempo, lució los colores de la ahora extinta aerolínea. Años después fue retirada la pintura y mostró un color metálico.
A mediados del mes de julio, el Avión Pirata fue presentado por la Alcaldía remozado. Está pintado de blanco con un par de franjas verdes, arriba y debajo de las ventanas. “¡Quedó Chalinga!”, señala una de sus publicaciones de redes sociales del Municipio.
La iniciativa fue de Tomislav Viruez, un jovencito de 18 años, que comentó con su papá, su idea de revitalizar la zona del Avión Pirata. El papá se reunió con amigos empresarios y juntos decidieron presentar el proyecto al Municipio, que lo aceptó y autorizó. Parques y Jardines; Cultura y Turismo, Seguridad Ciudadana y Emacruz fueron las áreas de la Alcaldía que trabajaron en la ejecución de dicho proyecto.