El colesterol alto puede tener efectos negativos sobre la función eréctil de los hombres, ya que «es un factor de riesgo cardiovascular que puede obstruir el flujo sanguíneo hacia el pene y dificultar la consecución junto al mantenimiento de una erección satisfactoria», según ha explicado el urólogo, François Peinado.
El colesterol elevado puede afectar a la erección de varias formas: «Por un lado, puede provocar un estrechamiento de las arterias del pene, bloqueando así el torrente sanguíneo que llena los cuerpos cavernosos e impidiendo que se consiga una erección plena», ha asegurado el experto.
Por otra parte, «la hipercolesterolemia suele ir unida a otros factores de riesgo como la diabetes, la hipertensión o el peso elevado; todos estos factores pueden causar daños en los nervios, impidiendo que el pene reciba los impulsos necesarios para completar su erección. Además, la obesidad y la mala salud cardiovascular pueden influir en la producción de testosterona, la hormona masculina, hecho que puede afectar el deseo sexual, reduciendo o anulando la excitación», ha añadido Peinado.
Una revisión cada cuatro años
El especialista se basa en diversos estudios que han demostrado la relación entre la hipercolesterolemia y la disfunción eréctil (DE). Por ejemplo, tras una investigación realizada por Boston Medical Group se reveló que el 78 por ciento de los pacientes que acudieron a consulta por problemas de erección tenían el colesterol elevado.
En otro estudio del Instituto Sexológico Murciano se señaló que la disfunción eréctil puede ser un indicativo de enfermedad coronaria, ya que ambas comparten el mismo origen vascular.
En este sentido, la Asociación Americana del Corazón recomienda que todos los adultos de bajo riesgo a partir de los 20 años se sometan a una revisión de los niveles de colesterol cada cuatro años.
Con todo, el urólogo recomienda a los hombres que se preocupen por su salud sexual y que se realicen revisiones periódicas de sus niveles de colesterol, especialmente a partir de los 40 años. Asimismo, aconseja seguir una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, pescado y fibra, y evitar el consumo excesivo de grasas saturadas, azúcares y alcohol. También sugiere practicar ejercicio físico regularmente, dejar de fumar y controlar el estrés.
Por último, el especialista ha recordado que la disfunción eréctil tiene solución y que existen tratamientos eficaces para mejorar la calidad de las erecciones. No obstante, ha insistido en que lo más importante es prevenir los factores de riesgo que pueden dañar la salud cardiovascular y sexual de los hombres.