Un inconfundible aroma de maní transciende las instalaciones de Manki, un emprendimiento chuquisaqueño elegido entre los finalistas del concurso “Emprender en tiempos de crisis” de la Fundación Samuel Doria Medina. Se trata de mantequilla de maní elaborada con productos 100 por ciento naturales.
Magaly Quintana inició este emprendimiento como parte de su proyecto de grado para optar el título de Administración de Empresas en la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca. Pero este tema no surgió al azar; ella conoce las propiedades del maní desde que era una niña. La familia de Magaly se dedica a la producción y comercialización de maní desde hace mucho tiempo. Al principio, sus padres cultivaban maní en Monteagudo, pero cuando sus hijos llegaron a edad escolar decidieron mudarse a la capital, donde se convirtieron en tostadores y comercializadores de esta oleaginosa.
La mantequilla de maní Manki es una propuesta que nació durante la pandemia, época en la que escasearon muchos productos y se dio mayor importancia a los alimentos con alto grado nutricional. Es el caso de este fruto, que contiene hidratos de carbono, proteínas (33 por ciento) y vitaminas del complejo B, como la B6, y especialmente niacina o vitamina B3, que ayuda a equilibrar el sistema nervioso. Además, es una buena fuente de fibra, de ácido fólico y de magnesio.
La mantequilla se elabora en base al maní tostado; no se usan químicos ni conservantes. Actualmente, Manki ofrece dos opciones: la mantequilla de maní de tapa verde, con el sabor tradicional, y la de tapa naranja, que es endulzada con estevia para quienes prefieren los sabores dulces.
Magali confiesa que al principio le costó introducir su producto al mercado por el desconocimiento de la gente, pero no se rindió. Puso en marcha una exitosa estrategia de degustación. Hoy son sus clientes los que les comparten nuevas recetas para el consumo de la mantequilla de maní. Al margen del consumo tradicional en pan, también se puede utilizar en jugos, postres, salsas y aderezos.
Manki se caracteriza por vender un producto fresco. Tiene la duración mínima de seis meses sin refrigeración una vez abierto. El costo del frasco de 250 gramos es de 20 bolivianos.
Manki ya cuenta con registro de Senasac, formalidad que le abrió las puertas de varios mercados de Bolivia. En Sucre centra sus ventas en el mercado campesino y en tiendas veganas. Además, gracias al contacto con una distribuidora de productos naturales, la mantequilla de maní chuquisaqueña está a la venta en los mercados de Emapa de Cochabamba, el supermercado Ketal de La Paz y otros comercios de la ciudad de Potosí. También se comercializa el producto en ferias y a través de las redes sociales.
Este emprendimiento cuenta actualmente con una procesadora, mientras que el envasado y etiquetado se realiza de manera manual. Magaly aspira a estar entre los ganadores del Concurso Emprende Ideas de la Fundación Samuel Doria Medina; si así sucediera, Magaly compraría una maquina envasadora e invertiría en marketing.
