La vida de Mario Bello Marañao sufrió un giro inesperado cuando decidió viajar de Chile a Bolivia en busca de su camión, su única herramienta de trabajo y sustento, el cual le habían robado a finales de junio en Calama. Aunque su vehículo regresó el 12 de julio a su tierra natal, no lo hizo bajo su conducción, como habían imaginado antes de emprender el viaje. Todo cambió cuando Mario, acompañado por su yerno Luis Alfredo Anza y otro compatriota, junto con dos guías bolivianos, fueron “emboscados”. Un disparo dañó su columna vertebral y, como resultado, su diagnóstico médico es delicado: paraplejía. Los hermanos Hipólito y Omar Mamani Mamanillo se encuentran bajo sospecha.
El plan se vio alterado. Mario, de nacionalidad chilena, había adquirido un camión de color amarillo con tolva azul marca Mack, tras más de 16 años de trabajo en una empresa. Sin embargo, el 26 de junio, su vehículo fue robado frente a su domicilio en Calama, Chile. A partir de ese momento, comenzó la tragedia. Bello Marañao se encontraba angustiado por las deudas, y no podía aceptar la pérdida de su vehículo. Estaba decidido a recuperarlo para salvar su vivienda.
Ante la falta de respuestas por parte de la Municipalidad y Carabineros para recuperar el camión, la familia decidió emprender su propia investigación. El 30 de junio, Mario y su yerno Luis Alfredo A. llegaron al complejo fronterizo Hito Cajones, ubicado en la región de Antofagasta. Quedaron sorprendidos al darse cuenta de que no había ningún funcionario controlando el paso fronterizo hacia Bolivia. Pero eso no fue todo, también observaron unas rocas con marcas azules que presumiblemente pertenecían a la pintura de la tolva de la movilidad robada. Su vehículo había salido de esa forma sin que nadie lo detuviera, ya que, tras presentar su reclamo, recibieron un informe que confirmaba que efectivamente no había personal en la zona debido a la falta de suministro de agua durante esos días.
Esa situación desató en Mario una mezcla de rabia e impotencia, ya que la Aduana y Carabineros podían haber evitado su calvario. Según sus familiares, en esa zona se encontraron con una serie de situaciones preocupantes. Presenciaron el paso sin control de diversas movilidades y hasta vieron paquetes de droga enterrados.
En relación a los puntos de control vulnerados, el viceministro de Lucha Contra el Contrabando de Bolivia, Daniel Vargas, señaló que Calama, lugar donde se produjo el robo del camión, se encuentra a aproximadamente seis horas del hito fronterizo. Esto implica que el vehículo robado habría tenido que pasar por varios puestos de control en Chile. Además del Hito Cajones, donde se presume que el vehículo transitó, existen otros puntos de control adelantados que también tienen la responsabilidad de detener el paso de vehículos indocumentados, robados y cualquier actividad ilícita.
EL CONTACTO CLAVE
Tanto Mario como sus seres queridos ingresaron a Bolivia de manera legal después de pasar por Ollagüe. Investigaciones previas le llevaron a sospechar que su camión podría estar en una comunidad de Challapata, Oruro, Bolivia. Una vez en territorio boliviano, se reunió con algunos familiares que residen en el país y posteriormente solicitó ayuda a la Policía de Uyuni y a la Policía de Oruro durante la primera semana de julio. Sin embargo, se encontraron con una atención y respuesta que no cumplió sus expectativas, ya que tuvieron que esperar durante horas para formalizar su denuncia y sintieron que su caso no fue tomado en serio. A pesar de esto, las autoridades policiales han afirmado que atendieron su caso y coordinaron acciones para resolver la situación.
La familia recibió múltiples llamadas, algunas de personas que intentaban aprovecharse de su desesperación. Mientras tanto, los miembros de la familia que se quedaron en Chile se dedicaban a vender sopaipillas y hacían todo lo posible para solventar los gastos del viaje, incluyendo combustible, alimentación y otras necesidades. Esta no es una familia acomodada, sino que enfrenta dificultades económicas, las mismas que los motivaron a seguir la ruta de su vehículo robado.
En medio de todos estos sucesos, surgió un “contacto clave”. Un hombre que se presentó como el sargento de la Policía Heber H.C., quien afirmaba tener como área de trabajo la provincia Nor Lípez de Potosí. Se pudo verificar que dicho nombre corresponde a un funcionario de la Policía Boliviana, según se constató en la página de la Contraloría General del Estado.
La familia logró grabar un audio de la llamada que recibieron por parte del presunto efectivo policial. En la conversación, el hombre preguntaba cuándo alguien de la familia podría llegar a San Cristóbal, un pueblo ubicado en Colcha K, Potosí. Según él, tenía información relevante para compartir. Mencionó que un taxista conocido suyo, quien aspiraba a ingresar a la Policía, había avistado casualmente un camión con las mismas características que el vehículo buscado por la familia.
En la comunicación, el presunto efectivo policial sugirió que la familia recogiera al taxista, un joven en quien confiaba. Este taxista los llevaría hasta la ubicación exacta del camión a cambio de una “recompensa económica”. Se les instó a observar “disimuladamente” la movilidad y, si estaban seguros en al menos un 99.9% de que se trataba del vehículo robado, debían hacerle una llamada para que él y el fiscal se dirigieran al lugar, confiscaran el vehículo y luego lo devolvieran al dueño.
El plan parecía infalible. La persona que atendió la llamada expresó preocupación por la seguridad en esa zona, pero el presunto policía aseguró que “no era tan peligrosa” y prometió mantener contacto constante para actuar rápidamente en caso de cualquier eventualidad, asegurando que tomaría todas las medidas necesarias para garantizar su seguridad durante el traslado y evitar cualquier situación de peligro.
En Bolivia, Mario recibió una fotografía del camión que le confirmó que era el suyo y también obtuvo la ubicación exacta del lugar donde se encontraba. Sin conocer el peligro que representaba la zona, coordinaron su ingreso con dos hombres de nacionalidad boliviana, uno de los cuales había sido exvoluntario del Grupo Civil a la Policía Boliviana (GACIP). Todo esto tuvo lugar el sábado 8 de julio, pero las cosas no salieron como esperaban.
LLAMADA DE AUXILIO
“¡Nos persiguen! ¡Hay vehículos armados! ¡Necesitamos ayuda!”, exclamó desesperado Luis Alfredo (34) al comunicarse con su esposa, mientras él y su suegro Mario se encontraban en grave peligro cerca del cruce Tacagua, donde se hallaba el camión robado, a unos 130 kilómetros de la ciudad de Oruro. Todo eso ocurrió al promediar las 09:40.
Gracias a la función de rastreo en tiempo real, la familia pudo proporcionar su ubicación exacta cuando ocurrió el ataque armado, lo cual les permitió llamar de inmediato a la Policía. Más de 250 policías se movilizaron al lugar, comenzando por los agentes de Challapata, con el objetivo de atender y rescatar a los ciudadanos chilenos. Mario fue encontrado herido de bala cerca de su vehículo, y en un primer momento fue trasladado a un Centro de Salud en Challapata. Sin embargo, a las 15:00, fue llevado a Oruro para recibir atención médica.
Durante varias horas, el paradero de Luis Alfredo permaneció desconocido, lo que generó especulaciones sobre un posible secuestro, aunque finalmente esta hipótesis fue descartada. En realidad, él se había mantenido oculto durante toda la tarde y luego abordó un vehículo con destino a Uyuni. Gracias al trabajo del personal de Inteligencia, fue encontrado a las 21:30 en dicha movilidad y puesto a salvo. Desde el miércoles 12 de julio, Luis Alfredo se encuentra de vuelta en su hogar.
Como resultado de la operación, las autoridades arrestaron a un total de 14 personas. La Policía logró identificar a los hermanos Hipólito y Omar Mamani Mamanillo, también conocidos como El Scaner y El Viejo, como los responsables del ataque armado. Walter Sosa, director nacional de la Dirección de Prevención de Robo de Vehículos (Diprove), informó que ambos están siendo buscados y se ha notificado a Interpol para evitar su fuga hacia otro país. Vale destacar que Hipólito participó como pasante en una lujosa festividad en 2021 en honor a la Virgen del Carmen y el Niño Salvador en la localidad de Qaqachaca. La celebración de la Morenada México Chico tuvo una duración de cuatro días.
En relación a este caso, una persona ha sido encarcelada de manera preventiva. Se trata del joven que actuó como guía para la familia. La Fiscalía lo ha imputado por el presunto delito de usurpación de funciones, ya que se habría hecho pasar por un efectivo policial, además de estar en posesión de una placa policial y otros elementos relacionados con la profesión. En consecuencia, la justicia ha ordenado su detención preventiva por un período de un mes, mientras continúan las investigaciones. Sin embargo, el fiscal asignado ha apelado la resolución judicial, ya que considera que la medida debe ser ampliada.
ORGANIZACIONES CRIMINALES
Según el informe del viceministro de Régimen Interior y Policía de Bolivia, Jhonny Aguilera, compartido por Urgente.bo, se ha descubierto la existencia de organizaciones criminales que se dedican a comercializar información sobre vehículos robados en Chile. Este hallazgo se ha relacionado con el caso de Mario Bello.
Aguilera expresó su preocupación al afirmar que hay organizaciones que obtienen beneficios económicos al participar en esta intermediación, a menudo utilizando tácticas engañosas y estafas.
Acotó que estos delincuentes, una vez que obtienen información sobre vehículos robados, utilizan las redes sociales, especialmente Facebook, para publicar esta información. A través de estos canales, se comunican directamente con los propietarios de los automóviles robados, pretendiendo vender o revender los vehículos a un precio inferior al del mercado local. Estas prácticas ilegales permiten a los criminales obtener beneficios económicos a expensas de los legítimos dueños de los vehículos robados.
Asimismo, se refirió sobre la existencia de una “estructura” detrás del robo de vehículos, con base en Chile, donde se cometen los delitos. Según la información que llegó a su conocimiento, personas extranjeras se llevan los automóviles, en algunos casos utilizando violencia extrema. Luego, ciudadanos chilenos se encargaban de trasladar los vehículos hacia las fronteras, generalmente durante la noche para evitar ser descubiertos. Posteriormente, aparece una tercera persona encargado de la comercialización de los vehículos robados.
Con el objetivo de prevenir incidentes similares al ocurrido en Challapata, Bolivia y Chile están trabajando juntos para fortalecer la seguridad en la frontera. El ministro de Gobierno, Eduardo Del Catillo, anunció que han llegado a una serie de acuerdos con la República de Chile en relación a la seguridad fronteriza, el contrabando de vehículos, el control migratorio y la trata de personas. Uno de los acuerdos más significativos es la implementación, en un plazo de 15 días, de una base de datos en línea que contendrá información sobre todos los vehículos robados. De esta manera, los agentes de seguridad podrán verificar la sospecha o procedencia dudosa de un automóvil de manera más eficiente. Este avance busca facilitar la identificación y recuperación de vehículos robados, y contribuir a la lucha contra el delito transfronterizo.
57 RUTAS CLANDESTINAS
El viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Daniel Vargas, reveló que en el tramo fronterizo entre Calama y Bolivia hay numerosos puestos de avanzada y complejos de control policial y militar asignados para evitar el ingreso de mercadería prohibida, vehículos indocumentados y automóviles robados. Sin embargo, estos puntos de vigilancia son vulnerados a diario por bandas de delincuentes que trafican ilegalmente con autos y mercancías hacia territorio boliviano.
“Hasta ahora se han identificado alrededor de 57 rutas clandestinas en los 308 kilómetros de frontera entre Chile y Bolivia”, informó Vargas. Estas rutas ilegales son utilizadas para el ingreso de contrabando, tanto de productos de línea blanca como de línea negra, así como también para vehículos sin documentación. Además, estas rutas también son utilizadas para el transporte de autos robados.
Dijo que estas rutas son empleadas por organizaciones criminales de ambos países. En Chile, existen grupos dedicados exclusivamente al robo de vehículos en el país vecino, los cuales son transportados por estas vías clandestinas hacia el interior del propio territorio chileno. Estas actividades ilegales se llevan a cabo a través de coordinaciones entre organizaciones criminales presentes tanto en Chile como en Bolivia, que se dedican a la internación de vehículos indocumentados y robados.
Bolivia y Chile están coordinando esfuerzos para evitar que otras personas pasen por la misma situación que Mario Bello, quien actualmente se encuentra hospitalizado en Oruro, donde ha sido sometido a cirugías. El camionero ha sufrido una lesión en la columna que le ha dejado parapléjico, cambiando por completo su vida. A pesar de ello, Mario mantiene la esperanza de que su situación sea temporal y confía en poder retomar sus actividades cotidianas en un futuro cercano. Mientras tanto, sus hijas le ruegan a Dios por un milagro, anhelando que su padre recupere su movilidad y pueda continuar su vida con normalidad. En Calama, Chile, su hogar, lo esperan con ansias.