Régimen Penitenciario anunció que se implementará un sistema con 500 dispositivos remotos para control de personas con detención domiciliaria. Piden no estigmatizar el “sacrificado trabajo” de los funcionarios.
Régimen Penitenciario informó que hasta julio se registraron 13 casos de fuga de reos en diferentes centros penitenciarios, de los cuales aún hay tres prófugos. Por esos hechos, 37 policías están procesados ya sea por complicidad en las evasiones o por el incumplimiento de controles al facilitar el ingreso de drogas y bebidas alcohólicas a los recintos carcelarios.
Procesados por violación, asesinato y narcotráfico son algunos de los presos que protagonizaron 13 fugas hasta julio de este año. Las circunstancias en las que se produjeron las evaciones son diferentes: unos aprovecharon que los custodios dejaron la puerta abierta al momento de sacar la basura; otros ejecutaron un plan más elaborado abriendo cerrojos, usando escaleras y sogas para trepar muros, además de ayuda externa de personas que los recogieron en vehículos.
Pero uno de los casos más violentos de 2022 fue lo ocurrido en Oruro, donde dos reos, luego de saltar el muro del penal de San Pedro, hirieron a efectivos policiales con armas blancas y despojaron a uno de ellos de su arma. Durante la persecución hubo intercambio de disparos y Ángel Hugo Fernández, detenido por secuestro, fue abatido con un disparo en el pecho.
“Tenemos nuevos protocolos que estamos implementando. Hemos recapturado a los privados de libertad, en algunos casos eran recapturas que se tenían pendientes desde el año pasado, confiamos en la efectividad del trabajo de la Policía Boliviana, para tener a estos privados de libertad en centros penitenciarios de máxima seguridad, porque eso es lo que pasa con las personas recapturadas”, explicó a Página Siete el director de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias.
Señaló que ante ese panorama, también se implementaron nuevos protocolos para la vigilancia interna y la custodia de reos que por diferentes motivos deben salir de las cárceles. En esa línea, anunció que en un mes se implementará el sistema informático para el uso de 500 tobilleras electrónicas, las que permitirán el control de personas con detención domiciliaria y procesados por violencia hacia las mujeres.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, señaló que para la implementación de las tobilleras, que emiten la ubicación del privado de libertad por medio de un GPS (sistema de georreferenciación) se trabaja en la elaboración de un proyecto de ley, a cargo del Viceministerio de Seguridad Ciudadana. No se tiene fecha para la presentación de dicha norma ante el Legislativo.
“(Las tobilleras) serán destinados a dos grupos de personas, los que están con detención domiciliaria, pues al momento se requiere de dos policías (para hacer cumplir esa medida cautelar) por cada turno, eso de alguna manera merma la capacidad operativa de la Policía. El segundo grupo (de ciudadanos que usarán dichos dispositivos) será para evitar que potenciales feminicidas se acerquen a sus víctimas”, explicó Del Castillo.
Las sanciones
Sobre las 13 fugas que en algunos casos fueron protagonizadas por más de un reo, Limpias señaló que, de acuerdo a la norma, todo el grupo policial a cargo de la vigilancia en el sector donde se dio el hecho pasa a ser investigado. Indicó que toda evasión se reporta a la Dirección Departamental de Investigación Interna (Didipi) de la Policía para el proceso disciplinario y a la Fuerza Especial de Lucha Contra Crimen (Felcc) para determinar si hubo o no complicidad.
Según los datos de las investigaciones sobre las fugas, en varios casos se manejó la versión de que los custodios recibieron dinero, pero hasta el momento en ninguno de los casos se comprobó ese extremo. Limpias pidió no estigmatizar el trabajo de los policías y juzgar a todos por la actitud de unos pocos infractores.
“Tenemos los centros penitenciarios menos violentos, rara vez (en Bolivia) se da un muerto al interior de un penal, sea a manos de otros reos o por otras circunstancias”, manifestó Limpias.
Señaló que pese a las precariedades, los policías se dan modos de evitar la generación de violencia en las cárceles y afirmó que “es un trabajo sacrificado el de los policías y no existe la cultura de fuga” en el país.
Reos y policías
Al margen del análisis de Limpias, los datos sobre la vida en los penales revelan otra versión. La extorsión entre internos, para permanecer en secciones de la cárcel con menos violencia, es la denuncia más común.
Luego se tiene la venta de celdas, el hacinamiento y el control de las cárceles por grupos de reos peligrosos, los “treintones” o reos que ya tiene condenas de 30 años de cárcel. Éstos se articulan en torno a los consejos de delegados que, de acuerdo a los privados de libertad, cometen todo tipo de arbitrariedades con la venia de policías y funcionarios de Régimen Penitenciario.
Fugas curiosas
La primera de las fugas de 2022 se dio el 7 de enero, cuando un interno aprovechó el descuido de los policías en el penal de Cantumarca en Potosí. En diciembre de 2021, en ese mismo recinto, tres reos lograron escapar mientras los custodios realizaban una parrillada.
En febrero, José Enrique Cazorla Choque, de 22 años, privado de libertad que había sido trasladado desde el penal de San Pedro, de Oruro, a un centro de aislamiento por un cuadro de Covid-19 burló a seis policías.
Pero las fugas no son exclusivas de varones, en junio una mujer logró escapar por una de las torres de vigilancia de la cárcel de mujeres de Obrajes, en La Paz, la misma fue recapturada un día después mientras caminaba por el centro de la ciudad.
Otra fuga violenta fue la protagonizada por dos reclusos de nacionalidad brasileña, que el 14 de junio escaparon del pabellón PC7, área más segura del penal de Palmasola, en Santa Cruz, solo con el uso de una escalera y una cuerda hecha con pedazos de sábanas.
André Luis Xavier Da Rocha y Emerson Michael Da Silva Benjamin fueron recapturados un días después, luego de que se resistieran y se enfrentaran con disparos de armas de fuego a los policías.
Nuevos delegados
Elecciones Según la denuncia de una persona que recientemente salió del penal de San Pedro, en La Paz en los siguientes días se darán las elecciones de nuevos delegados, en la que temen la participación de un grupo denominado “La Pinta”, cuyos miembros lideran extorsiones colectivas a los privados de libertad. “El penal está siendo manejado por un grupo llamado La Pinta encabezado por Rodrigo Aliaga y sus seguidores Jaime Torres Echavarría, Kevin Fernández y otro de apellido Zurita. Uno de ellos entra y sale del penal pese a contar con proceso por pedofilia y violación trabaja en el Consejo de Delegados”, sostiene una denuncia.