En general, suele afirmarse que una dieta equilibrada y entrenar varias veces a la semana son las cuestiones claves para vivir más. Sin embargo, por curioso que parezca, hay otro hábito que reduce un 40 % el riesgo de muerte y que nada tiene que ver con éstos ya conocidos gestos.
Un reciente estudio indica que las personas con un sueño irregular o insuficiente poseen un mayor riesgo de muerte prematura. Podemos asegurar, así, que dormir regularmente y el tiempo suficiente es indispensable si quieres alcanzar tu expectativa de vida.
El hábito que reduce un 40 % el riesgo de muerte
La investigación, publicada en la revista Sleep, señala que cuando el insomnio se convierte en algo recurrente, nuestra salud empieza a resentirse y pueden aparecer problemas de toda índole. Tras analizar a casi 1.800 adultos durante tiempo, científicos de la Facultad de Medicina de Harvard concluyeron que un sueño «regular y óptimo» reduce el riesgo de morir un 40 %.
Y lo más interesante es que mantiene a las personas a salvo de prácticamente cualquier problema que pudiera provocarles el deceso. Es decir, que una persona duerma bien lo favorecerá en todas las esferas de su vida independientemente de su genética y su rutina.
Joon Chung, uno de los médicos a cargo de este proyecto, explicó que «si el sueño fuera una píldora de ocho horas, sería beneficioso tomar la dosis completa a horas regulares y de forma constante»; por lo que deberías intentar no desvelarte.
Pero, ¿qué es un sueño «regular y óptimo»?
Los autores lo definen como «dormir bien muchas noches seguidas, entre semana y los fines de semana», ya que algunos duermen bien de lunes a viernes y luego, el fin de semana, las salidas y el alcohol destruyen la regularidad que habían mantenido hasta allí.
Fariha Abbasi-Feinberg, la portavoz de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño, indicó a Medscape Medical News que «el cuerpo tiene un reloj interno, el ritmo circadiano, que regula diversos procesos biológicos, como el ciclo de sueño-vigilia». Dicha sincronización entre el ritmo circadiano y el ciclo día-noche favorece una mejor calidad del sueño y una mejor salud.
¿Y qué pasa si duermes más?
En sus pruebas, los médicos del Hospital Brigham and Women ‘s en Boston han asociado las siestas con un mayor IMC, y advierten que la costumbre no es mala si se duerme sólo un rato pero que puede ser perjudicial si el descanso se prolonga más de una hora.