Argentina podrá dejar de comprar gas natural a Bolivia desde enero de 2024, según expertos argentinos

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Argentina acelera los trabajos para eliminar su dependencia del gas boliviano. Tras el inicio de operaciones del primer tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), analistas argentinos prevén que el país puede dejar de comprarle el energético a Bolivia a inicio de 2024.

Ayer martes, luego de un tiempo “récord” de construcción (10 meses), comenzó a funcionar el primer tramo del GPNK, el cual tiene una extensión de 573 kilómetros y conecta las ciudades de Tratayén (provincia de Neuqén) y Salliqueló (provincia de Buenos Aires). Cuando esté plenamente operativo, el próximo 9 de julio, podrá inyectar al mercado bonaerense desde 11 millones de metros cúbicos (Mmm3/) por día de gas producido en los megayacimientos de Vaca Muerta.

“Ayer iniciamos el proceso de llenado del Gaseoducto Néstor Kirchiner, un paso fundamental para el futuro de toda la Argentina”, escribió la mañana de hoy miércoles en su cuenta de Twitter el presidente argentino, Alberto Fernández.. “Es un hecho emocionante y verdaderamente trascendente: estamos haciendo realidad nuestra soberanía energética”, remarcó.

Daniel Dreizzen, director de Energía de las consultoras Ecolatina y Aleph Energy, explicó a BBC Mundo que tras la inauguración del primer tramo del GPNK entrarán unos 11 MMm3/d de gas, cerca de un tercio de los 30 MMm3/d que en promedio se importan en esta época de invierno.

En seis meses, para enero 2023, la cifra se duplicará a 22 MMm3/d. Dado que para entonces será verano, y la demanda local del energético se reducirá, Argentina “no solo dejaría de importar gas esos meses si no que también podría exportar el excedente”, proyectó.

Ernesto López Anadón, presidente del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), dijo también a BBC Mundo que con el gasoducto Néstor Kirchner completo Argentina podría convertirse en el principal exportador de gas de la región, suplantando a Bolivia, cuya producción se ha reducido en los últimos años.

“Bolivia quedó como el único exportador de gas a Brasil, pero ahora Argentina está volviendo a abrir las exportaciones a ese país”, indicó el experto, quien precisó que con este fin se revertirá el Gasoducto al Norte, que en la actualidad lleva el gas boliviano al mercado argentino.

Con Brasil, estamos trabajando en las tres vías de acceso para exportarles gas: usar infraestructura ya existente con Bolivia, otra es la conexión Uruguayana-Porto Alegre y una tercera es Cruz del Sur”, confirmó la secretaria de Energía de Argentina, Flavia Royón.

Este escenario ya se veía venir en Bolivia, aunque aún se desconoce el impacto total que tendrá en la economía del país.

En abril de 2022, los presidentes de Bolivia, Luis Arce, y de Argentina, Alberto Fernández, firmaron una declaración conjunta en la que se establece “el cese de derechos y obligaciones” del contrato de gas entre ambos países “antes de la gestión 2025”.

“Argentina, con Vaca Muerta y el GPNK, en un año aproximadamente dejará de importar gas boliviano, lo cual provocará en Bolivia una caída importante de recursos por venta de hidrocarburos“, afirmó Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, la mayor región de producción gasífera del país.

“Habrán menos ingresos para financiar el gasto e inversión publica en todos los niveles de gobierno, incluido los programas sociales; sin olvidar que también decrecerán nuestras exportaciones y la entrada de divisas a nuestra economía. Sabiendo que los productos no tradicionales representan un 77% de nuestras ventas al resto del mundo, el golpe será duro”, indicó.

Los problemas de abastecimiento de Bolivia a la Argentina empezaron hace algunos años, por lo que sus autoridades renegociaron el contrato original para ir reduciendo los volúmenes que YPFB debía exportar al vecino país. El contrato inicial suscrito entre ambos países establecía una entrega de 7 MMm3/día en 2007, hasta 16 MMm3/día en 2018 y 2019, 25,7 MMm3/día en 2020 y 27,7 MMm3/día entre 2021 y 2026.

Este 2023, según información de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), las entregas al vecino país subieron en promedio de 5,31 MMm3/día en abril a 8,66 MMm3/día en este mes de junio, volumen que está por debajo de los 14 MMm3/día y más que se exportaron en promedio en la etapa invernal de 2022.

“El requerimiento de Argentina ha sido cumplido en su totalidad. En la presente gestión, se ha podido constatar que las temperaturas en el país vecino han ido descendiendo con cierto rezago en comparación al año anterior. Este fenómeno se ha notado, sobre todo, en el norte argentino, área de influencia directa para la demanda de nuestro gas”, manifestó Armin Dorgathen, presidente de la petrolera estatal.

El incremento de las exportaciones de gas a 8,66 MMm3/día se conoce en un momento en el que la planta boliviana de Urea y Amoniaco ingresó a una nueva “parada programada”, una señal que analistas ven como falta de gas para el mercado boliviano.


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