El fenómeno se presentó en los últimos cinco años, sobre todo en 2022.
Importante para regular el clima, la cantidad de lluvias se ha visto afectada por una disminución en los últimos cinco años en el país. Las consecuencias de esto se sienten no solo en la naturaleza y las reservas del agua, también se reflejan en las temperaturas.
“A lo largo de la historia han habido varios sucesos que se han suscitado, pero específicamente en estos últimos cinco años, desde 2018 a lo que va de la fecha, principalmente hemos tenido un déficit en las precipitaciones, sobre todo en la gestión 2022, que nos ha acaecido durante varios meses”, explicó a Razón el técnico climatólogo del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Arturo Arandia.
El cambio en la cantidad de lluvias se sintió en varias regiones del país. Así lo reflejan las cifras colectadas por esta institución.
“Hemos tenido déficit en la parte de la Chiquitanía y también, principalmente, en el altiplano, sobre todo en el departamento de La Paz”, remarcó el especialista.
Si bien cuando dejan de caer lluvias la principal preocupación recae en las reservas del agua, las precipitaciones juegan un rol fundamental en el comportamiento del clima y la variación de las temperaturas que se registran.
Es común escuchar que tanto el frío como el calor se sienten de manera más intensa, las cifras del Senamhi así lo confirman. “(Por) estas situaciones en algunos sectores hemos tenido el incremento de las temperaturas máximas y mínimas. A consecuencia de ese estado de algunos déficits en las precipitaciones, las temperaturas han sido más elevadas de lo que se esperaba en lo normal, de acuerdo con lo que tenemos registrado”.
En esta gestión, con el ingreso del invierno, ya en algunas regiones se han batido récords de frío.
Las consecuencias se sienten en los hogares, los sembradíos y el ganado, que en sectores como Beni ha fallecido por no resistir el intenso frío que ingresó.
En esta semana, el miércoles, dos municipios rompieron sus cifras históricas respecto a las temperaturas mínimas registradas.
“En Pando, más específicamente (en el municipio de) Cobija, hemos registrado un valor de temperatura mínima de 8,8 (grados), siendo que la histórica que se tenía era de 9,4 en el año de 1996”, indicó el técnico.
BENI
Una situación similar se vivió en el municipio de Santa Ana, del departamento de Beni.
“También hemos tenido en Santa Ana, en la parte de Trinidad, que ha registrado 7 grados, sin embargo, en lo que va de la historia en los extremos que se tenía, era de 7,5 grados en 1985”.
Estos datos de bajas temperaturas se han reflejado en varios sectores del territorio nacional. De hecho, según el informe de Defensa Civil, al menos ocho municipios, cuatro de Chuquisaca y cuatro de Tarija, son afectados por heladas en cuadros climatológicos que incluso han implicado nevadas, algo poco habitual en estas regiones.
El invierno apenas comienza en el país y se espera que recién entre julio y agosto lleguen las temperaturas más bajas.
Al margen de esto, el ingreso del fenómeno de El Niño genera suspenso sobre lo que viene en el comportamiento del clima.
“Ya hemos finalizado prácticamente el fenómeno de La Niña que ha acaecido desde el año 2020 hasta el primer trimestre de 2023, y bueno, los modelos que se están prediciendo están en un porcentaje casi del 90% que a partir de julio a diciembre de este año se va a intensificar el fenómeno de El Niño; entonces no está tan certero cuál va a ser el impacto que va a tener, pero se dice, por noticias extranjeras, que llegue a un nivel moderado. Sin embargo, aquí en Bolivia no se tiene todavía un patrón muy claro”
Detrás de la variabilidad climática que se refleja en el diario vivir de las personas y los ecosistemas naturales hay varios factores, entre ellos los fenómenos e incluso los daños al medio ambiente.
“Tenemos momentos en que algún fenómeno causa abruptamente un cambio, pero no quiere decir que ese cambio va a ser repetitivo, es un caso ocasional”.
A la población se le recomienda prácticas conscientes sobre su comportamiento, cada acción en contra de la naturaleza y derroche de agua tiene su incidencia en la variabilidad climatológica.
En Uyuni y San Matías se registran cifras extremas
En los últimos cinco años, entre los meses de junio y julio, dos municipios han sido los protagonistas de las cifras de temperaturas extremas, de acuerdo con los datos del reporte climatológico del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), al que tuvo acceso La Razón .
Las temperaturas más altas entre junio y julio de 2018 y lo que va de esta gestión se han reportado en la región de la Chiquitanía.
“La zona de la Chiquitanía y la Amazonía, y la parte de las llanuras y sabanas del país son los sectores más calurosos del país, el sector oriental”, puntualizó a La Razón el técnico climatólogo del Senamhi, Arturo Arandia.
En el municipio de Concepción se registró el máximo en julio del año pasado con 33,7 grados; en San Javier se llegó a 37 grados en julio de 2021; en Roboré, el más alto fue en julio de 2021, con 37,5 grados; y en Puerto Suárez se alcanzó los 37 grados en junio de 2022.
Pero, la temperatura más alta la tiene el municipio de San Matías, del departamento de Santa Cruz, donde en julio de 2021 se registró 38 grados (ver infografía).
El récord aún se encuentra lejos. Hace 43 años se registró el dato histórico que permanece como la cifra más alta de calor dentro del territorio nacional.
“Históricamente en el año 1980, en la estación de Villa Montes, que está en el departamento de Tarija, se ha registrado una extrema de 46,7 grados”, afirmó.
En el otro lado del termómetro se encuentran los departamentos del occidente del país.
El informe del Senamhi refleja que en el municipio de Oruro, entre junio y julio de 2018 hasta lo que va de este año, la temperatura más baja fue en junio de 2022 con 13 grados bajo cero.
FRÍO
En el mismo periodo de tiempo, El Alto llegó a 12,6 grados bajo cero en julio de 2020. En tanto que en Potosí, el termómetro marcó los 10 grados bajo cero en junio de la gestión 2022. El municipio más frío fue Uyuni, del departamento de Potosí; allí, en junio de 2021, se alcanzó los -21,1 grados (revisar infografía).
Este dato ha quedado muy cerca de lo que es el dato histórico en cuanto a frío registrado. En los registros nacionales, consistentemente, Uyuni es el municipio más frío del territorio nacional
“Principalmente en el altiplano es donde tenemos las temperaturas más bajas. Esto se ha dado principalmente en la ciudad de Oruro, donde en el año 1962, en el mes de junio, hemos alcanzado una temperatura de 22,4 grados bajo cero. En el caso de Uyuni, en el mes de junio también, en 1947 hemos registrado una temperatura de 24 grados bajo cero”. Este año, el invierno apenas comienza, pero ya se rompen récords de frío.