Clasificado como BEBOP-1c, el planeta es un gran gigante gaseoso que tiene una masa 65 veces mayor que la Tierra.
Hasta el momento solo se conocía uno, pero ahora los astrónomos han informado del descubrimiento de un nuevo sistema formado por dos estrellas y dos planetas que orbitan en torno a ambas.
Estas formaciones se conocen como sistemas circumbinarios y el planeta más conocido de este tipo pertenece, en realidad, al ámbito de la ciencia ficción. Se llama Tatooine y era el hogar de Luke y Anakin Skywalker en la saga de “Star Wars”.
El descubrimiento se publica hoy en Nature Astronomy en un estudio coordinado por la Universidad de Birmingham (Reino Unido), que ha usado una antigua técnica para localizar el nuevo cuerpo que orbita a las dos estrellas.
Antes, los planetas circumbinarios quedaban relegados únicamente a la ciencia ficción, pero gracias a los datos recogidos por la misión Kepler de la NASA, los astrónomos saben ahora que los sistemas estelares múltiples son más comunes de lo que se pensaba, indica la Universidad Estatal de Ohio, que también participó en el estudio.
Este sistema de dos estrellas se llama TOI-1338/BEBOP-1 y en 2020 fue localizado su primer planeta (TOI-1338b), el descubrimiento de un segundo lo convierte en el segundo sistema estelar binario conocido que alberga múltiples planetas.
El nuevo planeta, clasificado como BEBOP-1c, es un gran gigante gaseoso, que tiene un periodo orbital alrededor de las dos estrellas de 215 días y una masa 65 veces mayor que la Tierra, aunque aún no ha podido determinar su tamaño exacto.
Los científicos entienden muy poco sobre los planetas que se forman alrededor de los sistemas estelares múltiples.
Cuando un planeta orbita alrededor de dos estrellas “puede ser un poco más complicado de encontrar porque sus dos estrellas también se mueven por el espacio”, explica David Martin, coautor del estudio de la Universidad Estatal de Ohio.
La forma en que se pueden detectar los exoplanetas de estas estrellas y la manera en que se forman “son bastante diferentes” y el método más usado es el del tránsito, que permite detectar indirectamente un planeta midiendo la disminución del brillo de la luz cuando un planeta cruza entre una estrella y un observador en la Tierra.
Sin embargo, en este estudio, los investigadores usaron únicamente observaciones realizadas con el método de las velocidades radiales, que se basa en la medición de los desplazamientos gravitatorios que los planetas ejercen sobre sus estrellas anfitrionas a lo largo del tiempo.
Se trata del mismo método utilizado para encontrar el exoplaneta de 1995, ahora conocido como Dimidium.
El descubrimiento, según el equipo, también podría ayudar a los científicos dedicados a la búsqueda de vida en otros planetas, ya que el planeta interior ya encontrado en este sistema binario sería un candidato idóneo para el estudio atmosférico del telescopio espacial James Webb.