La hija del exinterventor del banco Fassil, Carlos Alberto Colodro, desmintió las versiones que indican que su padre estaría deprimido antes de su presunto suicido en un edificio de la ciudad de Santa Cruz.
Después de asumir el cargo de interventor de la entidad bancaria, Carla Colodro lo notó preocupado, pero -según dice- era un comportamiento normal debido a la dedicación, compromiso y responsabilidad que exigían las funciones que asumía en su fuente laboral.
“No estaba deprimido. Él siempre estaba preocupado por su trabajo. Siempre mantuvo en privado lo que hacía en su trabajo. Nosotros nunca le hemos preguntado nada porque su profesionalismo lo tuvo por delante. Era totalmente ético”, indicó en una entrevista con Página Siete.
En la carta que la exautoridad habría redactado antes de caer el piso 15 indica que habría vivido un “infierno” al extremo de que no le habrían contestado las llamadas. No indica quiénes fueron esas personas.
“Me engañaron. Me mataron. Me dieron la espalda. Ha llegado el momento de decir BASTA a este infierno que me tocó vivir desde el 26 de abril, un mes que parecieron 100 años de sufrimiento. Sólo recibí críticas y hasta el extremo de evitar contestar mis llamadas, vaya uno a saber ¡por qué!”, se lee en su carta.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, concluyó después de pericias realizadas por la Policía que Colodro se suicidó tras dejar una nota póstuma porque estaría afrontando un cuadro depresivo.
La defensa legal de familia puso sus objeciones a la versión. Tanto el primer abogado como el actual indicaron que Del Castillo se apresuró a concluir que se trata de un suicidio sin atar todos los cabos de la investigación.
Carla, la hija, destaca el perfil profesional de su padre que con 63 años tenía una carrera consolidada en el área financiera.
“Luego de salir profesional empezó a trabajar en el Banco Popular de Perú. Empezó desde lo más bajo. Pasó por todos los cargos como asistente, cajero, atención al cliente y otros. Conoce todo de un banco. Fue su empeño, su interés y compromiso que le hicieron destacar en su trabajo. Siempre fue correcto en todo”, comentó su hija.
Luego de cumplir su ciclo en el Banco Popular de Perú, junto a toda su familia se fueron a vivir a la ciudad de La Paz (en 1991), donde trabajó en una importadora y distribuidora de vehículos. En 1994 decidieron radicar en Santa Cruz de la Sierra, por cuestiones familiares.
Luego pasó a trabajar en la liquidación del ex Banco Bidesa, en Santa Cruz, posteriormente estuvo durante más de 10 años, hasta 2019, en el Banco Central de Bolivia (BCB), del que llegó a ser gerente general. En 2020 ingresó a la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) como director general de operaciones, hasta que el 26 de abril fue designado interventor del Banco Fassil tras su quiebra.
Este último cargo fue asumido como un reto para Colodro, según su hija. Para su familia no fue sorpresiva esa designación, ya que confiaban en sus capacidades y estaban seguros que cumpliría las metas que le fueron delegadas por las autoridades.
“Luego del BCB, él se retira y vino a Santa Cruz. Ya tenía edad para jubilarse, lo estaba pensando, pero vivía para su trabajo. No se sentía completo si no trabajaba. Entonces, le llamaron de la ASFI y aceptó. Estando ahí lo nombraron interventor del Banco Fassil. Todos lo vimos como un reto más y en ningún momento dudamos de él, sabía que haría las cosas claras como tenían que ser. Jamás dudé en que haría el trabajo correctamente hasta el final”, sostuvo la hija del fallecido interventor.