A partir de la interconexión se consolida la exportación de excedentes de energía eléctrica al territorio argentino, con un máximo de 120 megavatios (MW), sin afectar la confiabilidad ni calidad de suministro eléctrico en el lado boliviano.
La Línea de Interconexión Internacional “Juana Azurduy de Padilla” concreta la integración energética de Bolivia no solo con Argentina, sino también con Paraguay, Uruguay y Brasil, informó el Ministerio de Hidrocarburos y Energías.
La obra, que fue ejecutada por obreros bolivianos, a través de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), la subsidiaria ENDE Andina y Ende Transmisión Argentina S.A. (ETASA), fue inaugurada por los presidentes de Bolivia, Luis Arce, y de Argentina, Alberto Fernández, el pasado 1 de junio.
A partir de la interconexión se consolida la exportación de excedentes de energía eléctrica al territorio argentino, con un máximo de 120 megavatios (MW), sin afectar la confiabilidad ni calidad de suministro eléctrico en el lado boliviano.
“Con la interconexión eléctrica entre ambas naciones se concreta un viejo anhelo y se fortalece la integración energética en el Cono Sur, ya que Bolivia se sumará al sistema que permite el intercambio eléctrico con Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil”, destaca un reporte del Ministerio de Hidrocarburos y Energía.
El proyecto, que demandó una inversión de Bs 365 millones, incluye 120 kilómetros de líneas eléctricas desde la Subestación Yaguacua y atraviesa terreno rural hasta la Subestación Tartagal, en la provincia argentina de Salta.
También abarca la ampliación de la subestación Yaguacua e instalación de un banco de autotransformadores de 150 megavoltamperio (MVA) 230/132 kV y la ampliación de la subestación Tartagal 132/33/13,2 kV para la entrada de la línea procedente de Bolivia.