El FC Barcelona ha logrado su segunda Champions League femenina tras vencer al VfL Wolfsburgo por 3-2 en la final disputada este sábado en el el PSV Stadion de Eindhoven, Países Bajos.
Las alemanas se adelantaron en el marcador en el minuto 3 del encuentro gracias a un gol tempranero de Ewa Pajor. En el minuto 37, Alexandra Popp aumentaba la ventaja germana.
Pero el Barça no ha tirado la toalla. Un doblete de Patri Guijarro en dos minutos mágicos (48′ y 50′) empataba el encuentro. En el minuto 70, la sueca Fridolina Rolfö ponía el 3-2 en el marcador y consumaba la remontada del conjunto dirigido por Jonatan Giráldez.
Remontada
Mostrando ganas de reconciliarse con esta competición, tras haber perdido la final del año pasado, el Barça recurrió a la épica durante su tercera presencia consecutiva en la lucha por el título. Guijarro se erigió en la salvadora del equipo culé cuando peor estaban los ánimos, nada más salir del vestuario para afrontar el segundo acto.
Aunque avisó primero el conjunto barcelonés, merced a un zurdazo sin suerte de Aitana Bonmatí, abrió la ‘lata’ el Wolfsburgo en el minuto 3. La delantera Ewa Pajor robó la pelota a Lucia Bronze en zona peligrosa, se aproximó a la frontal del área y conectó un potente derechazo que, pese a tocar la guardameta rival, acabó besando el fondo de la red.
Respondió en el 12′ el equipo entrenado por Jonatan Giráldez, mediante un cabezazo de Irene Paredes en el segundo palo a la salida de un córner. Pero ese remate se marchó fuera, cuando lo tenía todo para marcar el empate. El Barça no se detuvo y tuvo en la diestra de Bonmatí, cuando corría el minuto 27, otra buena oportunidad para hacer gol.
Sin embargo, ese tiro a un palmo sobre el césped fue repelido por una central del cuadro alemán. Mientras las culés dominaban la posesión y copaban el campo contrario, el Wolfsburgo exhibió precisión de quirófano en su segunda llegada ante la portera del Barça. La propia Pajor recibió el balón en el pico izquierdo del área y centró al punto de penalti.
A la espalda de la defensa Irene Paredes, se elevó Alexandra Popp para establecer de cabeza del 0-2. Ese golpe anestesió un poco a las pupilas de Giráldez, que justo antes del descanso estuvieron muy cerca de reducir distancias. Salma Paralluelo culminó un pequeño barullo con un remate a bocajarro que detuvo la portera Merle Frohms.
Guijarro, desatada
Pero todo cambió en los vestuarios. La charla de Giráldez se combinó a tiempo con la determinación de sus jugadoras para no repetir la decepción del año pasado y con la relajación del Wolfsburgo. En la primera acción inquietante de la segunda mitad, Caroline Graham Hansen regateó con destreza a un par de rivales y centró para el 1-2.
Guijarro anotó entonces el primero de sus dos tantos, acomodando su bota izquierda para golpear con el interior y hacer que la pelota entrara en el arco alemán por arriba. Sin apenas tiempo de reacción, en el 50′ y de nuevo a raíz de un ataque por el costado derecho, Bonmatí recortó a una adversaria y realizó otro centro para la esperanza.
A pie cambiado, ese balón bombeado fue directo a la cabeza de Guijarro, artillera idónea para los momentos de tensión. Su testarazo supuso el 2-2 y, desde ese instante, el Wolfsburgo se mostró totalmente inoperante. En pleno estado de ‘shock’, las jugadoras entrenadas por Tommy Stroot casi ni se acercaron a la portería culé.
La sentencia azulgrana cuajó en el minuto 70, a tenor de un garrafal fallo en cadena de las defensa del Wolfsburgo. Incapaces de alejar una pelota aparentemente sencilla de su propia área pequeña, ese despeje tropezó en Kathrin Hendrich y, atenta a todo, acechó Mariona Caldentey para pelear la posesión de un balón que valía oro.
Cayéndose al suelo durante dicho forcejeo y salvando la salida de la guardameta, logró asistir a su compañera Fridolina Rolfö, que venía como una exhalación desde atrás. La delantera sueca remató cruzando la pelota a la izquierda, para que así ninguna defensa pudiera obrar el milagro bajo el travesaño.
Los cambios de Stroot no funcionaron y su equipo solo generó una ocasión clara de gol, en un córner y ya con el larguísimo tiempo añadido a punto de expirar. Fue Pauline Bremer quien cabeceó, poniendo la incertidumbre, pero finalmente atrapó la pelota Sandra Paños. De esa manera, el Barça sumó una segunda Champions a su brillante palmarés.