En Santa Cruz se distribuyen diariamente 100.000 litros adicionales de carburante por encima del promedio, pero “por más que despachemos mayores volúmenes de combustible se pierden en el mercado”, lo que muestra el desvío a una actividad ilícita, afirmó el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen.
“Claramente este es un tema especulativo, está muy linkeado (relacionado) al uso indebido de combustibles, podemos pensar de que estos combustibles adicionales que mandamos no retornan al mercado, esto quiere decir que están yendo a alguna actividad ilícita”, explicó en una entrevista en la estatal Bolivia Tv.
De acuerdo a los datos oficiales, se despachan a Santa Cruz diariamente 100.000 litros adicionales por encima del promedio y 300.000 litros adicionales respecto a similar periodo de 2022.
Sin embargo, persisten filas en surtidores ante una sobredemanda. La situación en el resto de Bolivia es distinta.
“En el eje central hemos estado enviando combustibles en promedios normales, en el departamento de Santa Cruz hemos incrementado porque hemos visto que habían filas”, explicó y aseguró que el Gobierno garantiza la provisión de carburantes para el transporte, agroindustria y la industria.
La administración de Luis Arce aprobó los decretos 4910 y 4911, para, justamente, combatir el contrabando de combustible y garantizar su uso en actividades lícitas.
“Vemos que hay un tema especulativo, especialmente en el departamento de Santa Cruz. Vemos que hay un tema especulativo, porque por más que despachemos mayores volúmenes estos se pierden en el mercado”, insistió.
Inicialmente algunos sectores productivos cruceños se opusieron a la nueva política contra el contrabando de combustibles, que en Bolivia están subvencionados. El Gobierno descartó retroceder en la medida y logró acuerdos con sectores productivos.