Durante la pandemia, el número de caballos de carretón trepó hasta 3.000, ahora se redujo a 1.000 gracias a la Ley Municipal 1314 y las denuncias que la organización “Luciana Veterinaria Equina” replica en redes.
En 2017, desde la Policía Montada en Santa Cruz informaron que 887 équidos trabajaban en las diferentes villas y durante la cuarentena por la pandemia en 2020, cuando estaba prohibida la circulación de motorizados, ese número creció hasta 3.000.
“Aún hay muchos que trabajan clandestinamente, pero en el momento debemos tener unos 1.000 caballos de carretón, ya no hay tantos como en 2020, porque incluso las asociaciones (de propietarios de estos medios de transporte a tracción) están funcionando con menos personal”, confirma Ivana Bianucci, jefa de control social y comunicación de Zoonosis de la Alcaldía cruceña.
Luciana Justiniano, veterinaria y activista contra el maltrato a los caballos añade que efectivamente cada vez hay menos equinos usados para la tracción, un avance que ella atribuye al activismo ciudadano en las redes.
“Ahora tenemos unos 500 (caballos carroceros) menos en las calles, pero existen aún varios en el Plan Tres Mil y las zonas periféricas, no obstante el número ha bajado”, refrenda Justiniano que dirige una red conformada por 15 mil activistas. “Ellos son nuestro ejército de voluntarios que viralizan el maltrato a los caballos, que luego son decomisados por la Alcaldía”.
Justiniano recuerda que hasta unos cinco años atrás, debía acudir en persona para ayudar o rescatar a los equinos; ahora la ciudadanía y su activismo en las redes se convirtieron en los mejores aliados. “Nuestra red de jóvenes voluntarios que todo el tiempo están publicando y compartiendo denuncias y mensajes de concientización que luego se hacen virales y así alertamos a Zoonosis de la Alcaldía para que acuda a ayudar a los animales”, puntualiza la veterinaria.
Una ley aliada
En agosto de 2020, en plena pandemia del coronavirus, la Alcaldía de Santa Cruz, promulgó la Ley 1314 que prohíbe los caballos de carretón en la zona urbana de la ciudad.
La norma prohíbe el uso, maltrato y explotación de animales empleados como medios de transporte a tracción, además de su uso para recolectar, almacenar, transportar y disponer residuos sólidos; sin embargo, la emergencia sanitaria del coronavirus hizo casi imposible aplicarla en su integridad.
En la actualidad todavía es barato pagar 50 bolivianos por los servicios de un caballo de carretón para la carga ante un vehículo de cuatro ruedas, cuyo chofer pide 150 bolivianos por el mismo servicio, una razón por la que los caballos de carretón se triplicaron durante la pandemia.
A fines de 2021, activistas revelaron que por semana morían entre tres y cuatro caballos por cólico al buscar comida en la basura al ser abandonados por sus dueños, mientras otros eran atropellados por los vehículos de cuatro ruedas.
“Ahora nosotros comenzamos con los decomisos de caballos en la calle, por eso ya no se ve tanta cantidad, porque a muchos dueños los han multado y han entendido que al caballo no lo pueden dejar en la calle para que coma lo que encuentre”, reivindica Bianucci desde la Alcaldía.
Las limitaciones
Si bien la Ley Municipal 1314 se aplica en el área urbana de Santa Cruz, el uso y maltrato de estos animales continúa en las zonas alejadas de la capital y en otros municipios cercanos.
“La ley que prohíbe carretones es aplicable sólo en la ciudad de Santa Cruz, pero en las ciudades periurbanas o satélites como La Guardia, Warnes y Cotoca los caballitos de carretón se han incrementado y junto a ello el maltrato a los animales”, alerta Mario Resini, activista y protector de animales en Santa Cruz.
Sin embargo, el activismo ciudadano en redes y la Ley 1314 han tenido eco en el municipio vecino de Porongo donde en los últimos días aprobaron una ley municipal para prohibir la utilización de los caballos carroceros en ese territorio.
“Ya tenemos una ley, para proteger a este tipo de animales que en algunos casos son atropellados por vehículos y ahora estamos elaborando la reglamentación”, contó a Página Siete la concejala Isabel Zambrana.
Justiniano admite que aún queda mucho trabajo, porque decenas de familias viven también de los caballos de carretón, pero ratifica que se debe proteger del maltrato al animal.
“Ahora estamos empeñados en que algunos caballos que luego de haber sido lastimados o atropellados, puedan ser adoptados para tener una mejor vida”, promete la activista cuya organización de voluntarios se encuentra en las redes sociales como “Luciana Veteriana Equina”.
Mientras que la Unidad de Zoonosis de la Alcaldía cruceña recibe denuncias sobre caballos de carretón y maltrato animal en el celular 753-25000.