Ocho alimentos suben de precio y contrastan con la baja inflación

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Productos de origen pecuario registran una incidencia al alza. Gobierno activa control para evitar especulación y agio

Los precios de ocho alimentos de la canasta básica (carne de pollo y de res, huevo, queso, harina, azúcar, fideo y aceite comestible) desgastan el poder adquisitivo y dejan ‘cicatrices’ en la economía de las familias más vulnerables. En los mercados, los comerciantes afirman que la variación de precios es periódica, dejando entrever que el ingreso clandestino de mercadería ilegal de países vecinos frena una mayor expansión de los costos.

El alza de precios contrasta con las cifras oficiales, porque al primer trimestre de este año la inflación llegó al -019%.

En un recorrido realizado por EL DEBER se evidencia el reajuste de precios en los alimentos. Así, Josefina Guzmán, que en su tienda del antiguo mercado Abasto vende productos provenientes de lecherías y granjas avícolas, expresó que el queso y los huevos incrementaron de valor de forma acelerada en las últimas dos semanas. Indicó que la cotización del precio de maple de huevo de primera y grande pasó de Bs 20 y 21 a Bs 32; de segunda, de Bs 20 a 30; de tercera, de Bs 18 a 28; y de pequeños, de Bs 15 y 18 a 28. “Figúrese que una unidad de huevo llegó a costar Bs 1,50. Eso es histórico”, exclamó.

En el caso del queso, detalló que en igual periodo el valor trepó de Bs 24 a 30 el kilogramo. Hizo notar que el pico máximo de Bs 32 se registró hace una semana. En su oferta, dijo que también aumentó la cotización la manteca Gordito de Bs 16 a 20 el kilo; y la mantequilla, de Bs 12 a 18 el kilo. “Lo real, desde mi modesta apreciación, es que la economía no está bien y la falta de circulante se refleja en la caída de las ventas”, anotó Guzmán, al poner en duda las cifras oficiales referentes a la tasa de inflación, cuyas cifras según ella, son ‘maquilladas’ y no creíbles.

Este mes, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) reportó que Bolivia, con una tasa del 2,2% a septiembre del año transcurrido, tiene la menor inflación de alimentos en Latinoamérica.

Norma Araníbar, propietaria de una tienda de abarrotes, al igual que Guzmán, cree que la estimación de la FAO y cifras del Gobierno nacional no se ajustan a la realidad de precio en los mercados. “Ellos no hacen mercado. La gente compra menos porque no le alcanza, encima los precios, caso del azúcar, el fideo, el aceite y de los cereales se han disparado en las últimas cuatro semanas”, puntualizó.

Dio cuenta de que, por ejemplo, la bolsa de un kilo de azúcar pasó de Bs 5,50 a 6, y de cinco kilos, de Bs 25 a 30. El kilo de harina marcas nacionales repuntó de Bs 5 a 7; mientras que el paquete que contiene 10 kilos, de Bs 48 y 53 a 62 y 63. De marcas argentinas, las que se ofertan provienen del contrabando, el paquete de un kilo cuesta Bs 5 el kilo, y el paquete Bs 50.

En el caso del azúcar, Araníbar expresó que desde hace tres meses ajustó su valor. La bolsa de un kilo pasó de Bs 5 a 6, mientras que de cinco kilos de Bs 24 y 25 a 26 y 28. El aceite comestible de soya y girasol de industria nacional, según ella, subió en promedio Bs 1. Citó que los aceites que provienen de países vecinos, principalmente de Argentina, gozan de alta preferencia por la diferencia de precio.

Oferta de origen pecuario

El precio de la carne de pollo y de ganado bovino, según los comerciantes, también remontó. Así, en su puesto de venta de pollo, Sulema Cabrera, expresó que desde hace dos semanas el valor de este producto básico en las mesas de los cruceños se encareció de forma significativa, llegando a cotizarse a Bs 16 (mairañeno) y Bs 16,50 (el procesado en industrias avícolas).

El ajuste del valor también toca a las presas. El kilo de pierna trepó de Bs 14 a 18; de alas, de Bs 18 a 21, mientras que la pechuga, de Bs 18 a 22. “El precio incide en la caída de ventas que, en mi caso, el promedio es de un 40%”, anotó Cabrera.

De las causas de la elevación del costo del producto, ella explicó que los proveedores se limitaron a señalar que es por las secuelas del brote de gripe aviar en Cochabamba y el elevado precio de los insumos avícolas importados.

Con respecto a la cotización de la carne vacuna, comerciantes refirieron que el ajuste implica Bs 2, dependiendo del corte y calidad de la carne ofertada. Aducen que ganaderos elevaron el kilo gancho.

Un proveedor de este producto refutó lo dicho por los comercializadores, dando cuenta de que la oferta de ganado en los centros de remate y de faena es regular y que el sector ganadero no fija ni interviene en la definición del precio final de la carne en los mercados.

En el caso del precio del huevo, desde la Asociación de Avicultores de Santa Cruz (ADA), el presidente Omar Castro, atribuyó las consecuencias a la gripe aviar, aclarando que tras el brote de Cochabamba se sacrificaron y murieron más de 600.000 aves ponedoras, lo que impacto en la disminución de un 15% de oferta de huevo en el país.

Asimismo, expuso que la cuarentena a las granjas de avícolas impuesta por el servicio oficial de sanidad animal (Senasag) limitó el alojamiento y carga animal, lo que generó un desfase en la producción de carne de pollo. “Santa Cruz cubrió ese hueco y eso mermó la oferta, eso explica el alza del precio del pollo y del huevo”, dijo Castro.

El dirigente avícola anotó que la recuperación de la producción será gradual esperándose una mayor oferta de pollo en las próximas cinco semanas y, en el caso del huevo, una recuperación parcial en tres y meses y plena hasta fin de año, considerando el ciclo productivo y la reposición de los aves ponedoras eliminadas y muertas por consecuencia de la gripe aviar.

 Este mes, el presidente Luis Arce admitió que hay un incremento en los precios de la carne de pollo y del huevo, atribuyendo el efecto a la gripe aviar que enfrentó el país a finales de enero y que llevó a sacrificar a varias aves.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios al por Mayor (IPM) registró en marzo una disminución del -0,72% con respecto a febrero, mientras que la variación acumulada al tercer mes fue positiva del 0,74% y a 12 meses del 10,11%. Entre los productos con mayor incidencia inflacionaria, asoman el huevo de gallina, carne fresca de pollo, hoja de coca, durazno, torta de soya y cebada.

Descargo de sectores

Al respecto, desde la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob), el presidente Jorge Amantegui, aclaró que las industrias venden la harina y el aceite al mercado interno con un precio establecido por el Gobierno, a través de una resolución biministerial; por lo tanto, “si existen precios por encima del establecido por la norma, para cualquiera de esos productos, debe ser consecuencia de intermediarios”, explicó, al mencionar que las cotizaciones no deben incrementarse, a corto o largo plazo.

En tanto que fuentes del sector azucarero afirmaron que desde 2016 los precios de este producto estaban ‘deprimidos’ por una coyuntura especial del mercado externo e interno. “Efectivamente el precio del azúcar está en Bs 5,50 el kilo desde hace más de 6 meses, esta recuperación del valor inyectará al sector ánimo para recuperar los niveles de producción para satisfacer el consumo del mercado interno y generar divisas al Estado”, expresaron dirigentes consultados.

 En el caso de la harina, fuentes del sector, a escala nacional, afirmaron que el encarecimiento del precio de materia prima (trigo), el traspaso de los costos de transferencia en el sistema financiero de los proveedores de insumos importados a las industrias molineras y la escasez de divisas estadounidense en el mercado nacional impactan en la estructura de costos de producción e inciden en el precio al consumidor final.

Hacen notar que el 100% de la harina disponible en los mercados, sobre todo Santa Cruz, proviene del contrabando y que, por la diferencia cambiaria de Argentina, es imposible competir. “Hay una competencia desleal de precios”, manifestaron las fuentes.


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