Crear una cuenta de Google es, desde hace ya muchos años, algo realmente sencillo. El punto de inflexión a este respecto llegó, sin duda, cuando tras meses de acceso exclusivo mediante invitación, Gmail se abrió para todo el mundo. Esto ocurrió en febrero de 2007, hace ya más de 16 años, y desde entonces la cuota de usuarios de los servicios de la compañía del buscador no ha dejado de crecer, posicionándose como líder en múltiples mercados: correo electrónico, almacenamiento online, etcétera.
La compañía ofrece versiones mejoradas de sus servicios tanto a particulares como a empresas, lo que supone una de las vías de monetización, pero el volumen de cuentas gratuitas es, sencillamente, enorme, y cada cierto tiempo aparecen razones que empujan a los usuarios a crear una nueva cuenta, que se suma a la (o las) que ya tiene. Y esto, si tenemos en cuenta que Google ofrece 15 gigabytes para cada cuenta, nos permite imaginar rápidamente el volumen de datos gestionados y, en consecuencia, el tamaño de la infraestructura necesaria para gestionar los mismos.
A diferencia de otros servicios, que eliminan las cuentas inactivas transcurrido un plazo determinado, hasta ahora Google nunca ha actuado en este sentido, lo que sin duda debe dar lugar a que exista una enorme cantidad de cuentas abandonadas, pero que en menor o mayor medida están consumiendo recursos de la infraestructura de Google, principalmente almacenamiento. Podemos dar por sentado que estas son unas cifras que en Google conocen bien, y parece que finalmente han decidido hacer algo al respecto, aunque esta no sea su única motivación.
Según podemos leer en The Keyword, el blog oficial de la compañía, Google ha modificado su política de cuentas inactivas, y empezará a eliminarlas a finales de este año. Ahora bien, y como podrás comprobar cuando repasemos la política definida por la compañía para este fin, lo cierto es que su enfoque a este respecto es de lo más moderado, lo que sin duda será agradecido por quienes emplean sus cuentas con poca frecuencia.
Pero antes de entrar en este punto, me parece interesante mencionar que no es el coste que suponen estas cuentas el argumento empleado por Google para explicar este cambio. En su lugar, afirma que la principal preocupación es la seguridad de dichas cuentas, pues según afirman, «las cuentas olvidadas o desatendidas a menudo dependen de contraseñas antiguas o reutilizadas que pueden haber sido comprometidas, no han configurado la autenticación de dos factores y reciben menos controles de seguridad por parte del usuario«. Y el problema es que si una cuenta se ve comprometida, ésta puede ser empleada para comprometer la seguridad de su propietario.
Así, según podemos leer, si una cuenta de Google no se ha utilizado o iniciado sesión durante al menos 2 años, la compañía del buscador podrá eliminar la cuenta y todos los datos asociados a la misma, incluido el contenido dentro de Google Workspace (Gmail, Docs, Drive, Meet y Calendar), YouTube y Fotos de Google. Se aclara, eso sí, que esta política solo se aplicará a las cuentas personales de Google y que, por lo tanto, no afectará a las cuentas de organizaciones.