Choquehuanca culpa a la “elite saboteadora” de las peleas y envidia en el MAS

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El vicepresidente del Estado boliviano se refirió al culto a la personalidad, aseguró que es una práctica y un hábito colonial y que debe ser rechazado porque son comunitarios.

 Tras las denuncias de corrupción que derivó en la renuncia del ministro de Medio Ambiente y Agua, Juan Santos Cruz, el vicepresidente David Choquehuanca afirmó que el “pueblo no es corrupto” y responsabilizó a la “elite saboteadora” de las peleas y la envidia en el interior del Movimiento al Socialismo (MAS).

“Nuestro pueblo es trabajador, nuestro pueblo no es flojo, nuestro pueblo no es corrupto, nuestro pueblo no es mentiroso, por eso tenemos que aprender de nuestros pueblos. Hay envidia en estos tiempos, la elite saboteadora ha logrado que estemos pelando entre nosotros, todos contra todos nos estemos saboteando”, afirmó la autoridad en un acto en el municipio de Caranavi.

En las últimas semanas, los ministros de Gobierno, de Presidencia y de Medio Ambiente fueron objeto de críticas por la entrega de vehículos a organizaciones sociales, que tenían reporte de robo en Chile y los hechos de corrupción en la adjudicación de obras.

El presidente Luis Arce y el vicepresidente participaron en la entrega de construcción de electrificación rural, en Caranavi del departamento de La Paz. En ese acto también asistieron legisladores del bloque arcista.

En ese contexto, el vicepresidente pidió a sus seguidores no flaquear e insistió a los asistentes trabajar en forma conjunta, en unidad con el objetivo de que aquellos sectores divisionistas no triunfen.

“Tenemos que desterrar la división, el racismo, el individualismo, la ambición, la codicia, el capitalismo, el colonialismo y el imperialismo (…). La lucha no es entre nosotros, la lucha es contra el capitalismo, contra el imperialismo y contra el colonialismo”, apuntó.

Finalmente, la autoridad se refirió al culto a la personalidad, aseguró que es una práctica y un hábito colonial y que debe ser rechazado porque son comunitarios.

“Jiwasa es la muerte del culto a la personalidad, porque el culto a la personalidad es una práctica colonial, es un hábito colonial. Nosotros no somos individualistas, somos comunitarios y tenemos que defender a nuestras comunidades”, manifestó.


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