La libertad de prensa en Bolivia se encuentra en una preocupante espiral ascendente, con nuevas denuncias de agresiones a periodistas cada dos días, según la presidenta de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia, Zulema Alanes.
A pesar de que “las autoridades afirman que se respeta plenamente la normativa vigente, incluida la protección consagrada en la Constitución Política del Estado y la Ley de Imprenta, los hechos violentos continúan sucediéndose” de manera alarmante, describió Alanes.Esta situación ha generado preocupación ante la posible “judicialización de la libertad de expresión y de prensa” Alanes.Esta tendencia de judicialización parece estar relacionada con una “afectación general a la institucionalidad democrática”, según Alanes, quien sugiere que refleja “una cultura del secretismo” por parte de las autoridades encargadas de la gestión pública. En muchos casos en los que se ha intentado judicializar el trabajo periodístico, ya sea a través de la revelación de fuentes de información u otras circunstancias similares, se observa “una intención de ocultar la gestión pública” y socavar el derecho fundamental de la ciudadanía a estar informada.Además, esta creciente afectación a la libertad de prensa también está ligada a un contexto de inestabilidad política y social. Los desafíos tecnológicos actuales también contribuyen a esta problemática, como los ataques a periodistas a través de las redes sociales, donde se intenta silenciar su labor informativa.En el pasado, los periodistas en Bolivia se enfrentaban principalmente a agresiones verbales y limitaciones en el acceso a fuentes de información. Sin embargo, ahora también se están registrando casos de violencia física que no han sido esclarecidos, como el emblemático caso de las Londras en Santa Cruz. “Estos incidentes deben ser investigados y se espera que las autoridades de justicia tomen medidas al respecto”, dijo la comunicadora.Alanes enfatizó que la libertad de prensa es un pilar fundamental de la democracia y es necesario protegerla y fortalecerla. Por lo tanto, las denuncias de agresiones a periodistas en Bolivia requieren una respuesta urgente y efectiva por parte de las autoridades competentes, a fin de garantizar el ejercicio seguro y libre del periodismo y salvaguardar el derecho de los ciudadanos a estar informados de manera veraz y plural, concluyó.