Continúa la búsqueda por desaparecidos en Alausí, en Ecuador, donde el 26 de marzo un alud sepultó a más de 100 viviendas, de esta forma, aún permanecen en el terreno más de 100 rescatistas.
El número de fallecidos por el alud, que el 26 de marzo sepultó a parte de la población de Alausí Chimborazo, Ecuador, fue actualizado este jueves y su número fue cifrado, por ahora, en 52 personas.
Por su parte, La Fiscalía General del Estado registraba 52 muertos, luego que los restos de dos personas más fueran halladas sin vida, durante las jornadas del miércoles y jueves último; en la zona donde ocurrió el deslizamiento de tierra.
Bajo los restos del alud, el cual abarcó una superficie de 24,3 hectáreas, quedan todavía por recuperar al menos 36 personas más, según el último reporte de la emergencia publicado por la Secretaría General de Riesgos.
En aquel momento, el deslizamiento de tierras sepultó al menos 57 casas y otros espacios públicos como el estadio municipal de fútbol.
En la población se registraron más de 1.000 damnificados y 581 afectados, producto de otros 163 inmuebles que quedaron afectados o en riesgo de un nuevo alud, lo que obligó a evacuar 5 barrios de Alausí.
Deslizamiento deja varios muertos en Ecuador
Desde la noche del 10 de abril, el Gobierno decretó el paso de la alerta amarilla a la alerta naranja en Alausí. El cambio de la alerta de emergencia incluye 214 hectáreas en las comunidades de Casual y en los barrios de la parroquia urbana de Alausí: La Esperanza, Control Norte, Nueva Alausí, Pircapamba y Bua.
Acciones por alerta Naranja Tras el cambio de la alerta, Riesgos “enfatiza la necesidad de realizar la evacuación prioritaria de las personas que aún se encuentran dentro del polígono declarado en alerta naranja, con el fin de salvaguardar su integridad”.
Además, la resolución de la Secretaría dispone a los Comités de Operaciones de Emergencia -cantonal (Alausí) y provincial (Chimborazo) que, en el ámbito de sus competencias, “se mantengan en estado de alerta y operativos”.
El objetivo es ejecutar las acciones inmediatas necesarias para proteger a la ciudadanía, implementar y actualizar los planes de evacuación y respuesta y activarlos cuando el caso lo amerite, así como afrontar cualquier situación negativa que se pudiere generar por el fenómeno.