El científico Geoffrey Hinton, considerado como el ‘padre’ de la inteligencia artificial por sus aportes a su desarrollo, advirtió en una entrevista para The New York Times sobre los riesgos que el trabajo de su vida puede suponer para la humanidad.
Hinton, galardonado en 2018 con el Premio Turing, desarrolló en 2012 junto con dos estudiantes de la Universidad de Toronto la tecnología fundacional de los sistemas de inteligencia artificial, usada hoy en día por grandes compañías como OpenAI, Google o Microsoft para crear sus plataformas de inteligencia artificial generativa.
El experto trabajó en Google durante más de una década; sin embargo, decidió renunciar a su puesto en el gigante tecnológico hace un mes para poder hablar libremente sobre las consecuencias que el mal uso de la inteligencia artificial generativa podría tener sobre la humanidad.
Una tecnología potencialmente peligrosa
De acuerdo al ingeniero, los nuevos sistemas de inteligencia artificial podrían suponer grandes avances en áreas que van desde la investigación médica hasta la educación. No obstante, advirtió, esta tecnología puede ser una herramienta de desinformación y podría ser un riesgo para la humanidad. “Es difícil ver cómo se puede evitar que los malos actores la utilicen para cosas malas”, comentó.
Tras dejar su empleo, Hinton se ha unido oficialmente a un conjunto de científicos que ha criticado y manifestado los riesgos que las compañías tecnológicas están corriendo al competir por desarrollar productos basados en inteligencia artificial generativa, como es el caso de Google y Microsoft.
Según señaló, hasta el año pasado Google actuó como un “administrador adecuado” de la tecnología y ponía un especial cuidado en evitar la creación de una plataforma que eventualmente pudiera causar daño.
¿Qué peligros supone la inteligencia artificial?
Sin embargo, advirtió, ahora que Microsoft ha introducido en su motor de búsqueda, Bing, un chatbot de inteligencia artificial, se ha iniciado una competencia para desarrollar esta tecnología que podría “ser imposible de detener”.
En este contexto, Hinton comentó que su preocupación inmediata es que Internet se llene de fotos, videos, textos e información falsa, provocando que el internauta promedio “ya no sea capaz de saber qué es verdad”.
Por otra parte, señaló que también le preocupa que los sistemas de inteligencia artificial puedan afectar al mercado laboral, ya que, al tener la capacidad de ocuparse de tareas rutinarias, podrían sustituir a asistentes jurídicos, asistentes personales, traductores, entre otras ocupaciones.
Asimismo, comentó que, a medida que las personas y las empresas permiten que los sistemas de inteligencia artificial no solo generen su propio código informático, sino que lo ejecuten por sí mismos, estos podrían desarrollar comportamientos inesperados, por lo que teme que algún día esta tecnología pueda dar paso a las armas verdaderamente autónomas, como los robots asesinos que se han popularizado en la ciencia ficción.
“La idea de que estas cosas puedan llegar a ser más inteligentes que las personas es algo que algunos creían, pero la mayoría de la gente pensaba que estaba muy lejos de la realidad. Yo pensaba que faltaban entre 30 y 50 años, o incluso más. Obviamente, ya no pienso eso“, comentó.
En este sentido, Hinton declaró que en cierta parte se arrepiente de haber creado los fundamentos que dieron origen a esta tecnología. “Me consuelo con la excusa habitual: si yo no lo hubiera hecho, otro lo habría hecho”.