La primera ministra italiana ignora el calendario laboral y celebra un Consejo de Ministros en su primer Día de los Trabajadores para dar luz verde a un controvertido decreto ley en materia laboral
La primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni, irritó este lunes a los sindicatos en su primer Día de los Trabajadores en el poder, al celebrar un Consejo de Ministros en festivo y con un decreto en materia laboral que no convence al ser «temporal» y no atajar la precariedad, por lo que amenazaron con «movilizaciones».
El Primero de Mayo es una jornada especialmente sentida en un país, Italia, que este año celebra el 75º aniversario de su Constitución, con la que después de la Segunda Guerra Mundial quedó constituido como «una República democrática fundada en el trabajo».
No obstante, Meloni, en el poder desde octubre, decidió ignorar el calendario laboral y celebrar un Consejo de Ministros para aprobar un controvertido decreto ley que reduce solo hasta final de año la carga impositiva a determinados sueldos.
La fiesta de la discordia
Esta decisión fue acogida con recelo por los sindicatos que creen que se trata de mera propaganda.
«¿El Gobierno tiene que convocar el Consejo de Ministros hoy, de todos los 365 días que tiene el año? Hoy es la Fiesta del Trabajo, no la del Gobierno. Reivindico el valor de esta jornada«, dijo el líder del mayor sindicato CGIL, Maurizio Landini, desde Potenza (sur).
Acto seguido Meloni respondió: «Estoy orgullosa de que el Gobierno haya decidido celebrar este día con hechos, no con palabras«. Lo hizo en un vídeo pues evitó explicar el decreto en una rueda de prensa.
La tensión empezó a entreverse en la víspera, pocos minutos antes de que los sindicalistas fueran recibidos en el romano Palacio Chigi, sede del Ejecutivo, para conocer el contenido de la reforma.
Landini había tildado de «antieducativo» un Consejo de Ministros en un día tan señalado, a lo que Meloni respondió que hay mucha gente que trabaja, incluso -añadió irónicamente- los técnicos que hoy harán posible el concierto sindical en la plaza de San Juan de Letrán de Roma.
Sin embargo, durante el encuentro, la primera ministra les aseguró más conciliadora que no pretendía ofender sino lanzar «un mensaje» y que, lejos de polémicas, había esperado una felicitación.
Menos carga fiscal en nómina
El decreto establece, entre otras cosas, una reducción de la cuña fiscal, es decir, la diferencia entre el salario que paga un empleador y lo que el trabajador se embolsa, pero solo durante lo que queda de año, una vigencia que los sindicatos ven «insuficiente».
En concreto, se aplicará una disminución de la carga fiscal del 7 % (hasta ahora era del 3 %) a las nóminas de hasta 25.000 euros anuales y del 6 % (antes era del 2 %) a las de 35.000 euros, lo que permitirá un aumento de sueldo de unos 100 euros en ambos casos.
Estas medidas estarán financiadas con la desviación de déficit de 3.400 millones de euros en 2023 aprobada esta semana en el Parlamento, dentro del Documento de Economía y Finanza (DEF), la estrategia económica del Ejecutivo para los próximos años.
«El recorte de la cuña fiscal dará hasta 100 euros más en nómina en un momento como este de inflación galopante. No logro comprender a quienes generan polémica incluso sobre esto», indicó Meloni.
Protestas a la vista
Los tres principales sindicatos del país celebraron la tradicional manifestación unitaria del Primero de Mayo en Potenza, en el depauperado sur italiano, y nada más empezar ya avisaron de que «las medidas del Gobierno no van en la dirección solicitada».
El líder de la UIL, Pierpaolo Bombardieri, lamentó que «las respuestas son equivocadas dada la demasiada precariedad y poca seguridad» del mercado laboral italiano y, aunque aceptó el recorte de la cuña fiscal, reprochó que sea solo temporal.
Más dialogante se mostró el secretario de la CISL, Luigi Sbarra, que abogó por el diálogo entre las partes para conseguir «reformas compartidas».
«Queremos creer que el Ejecutivo quiera hacerlo pero mientras no estaremos quietos», avisó, para después confirmar el mantenimiento de las próximas protestas en Bolonia, Milán (norte) y Nápoles (sur).