La policía no quiso recepcionar la denuncia de la tercera víctima.
Hasta hace unos días se conocía de dos víctimas de una nueva modalidad de estafa, denominada como la “estafa de la miel y la jalea”, que consiste en engañar a una comerciante con la venta de una supuesta miel y generarle una falsa demanda del producto, el cual, termina siendo adquirido en varias cantidades por parte de la víctima.
La tercera víctima relató que a su establecimiento se presentó un “vendedor” que le ofreció “miel de abeja” y “jalea real”. La dueña del negocio no mostró interés en adquirir el producto. Sin embargo, la persona le dejó una muestra para que “intentara” venderla.
De acuerdo al relato de la mujer, apareció un “cliente”, un supuesto doctor naturista se presentó en su negocio “en busca” de “miel”. La comerciante, entonces, le vendió el producto que le dejó el “vendedor”. El “cliente” quedó “satisfecho” con el producto, y le hizo un pedido grande, solicita 25 frascos de esta miel.
Generada esta demanda sorpresiva, la dueña de la tienda buscó al “vendedor” para comprarle “miel” por un monto aproximado de 10 mil bolivianos. Sin embargo, luego de la compra, la comerciante detectó que la supuesta jalea y miel, no son lo que debería ser. La estafa, entonces, se había consumado.
Hasta el momento, otras dos personas han identificado el mismo modus operandi. “Tarde en presentar la denuncia, ahora ya pasó, la policía no ha querido aceptar la denuncia. Me dijeron mucho tiempo ha pasado. En marzo era esto, ahora estamos en abril”, contó la tercera víctima.