El secuestro y asesinato de una niña de 7 años, en el municipio de Coripaya, en Nor Yungas, genera conmoción. Tras la alarma de la población, que supo sobre su desaparición, el desenlace fue el peor: la hallaron sin vida.
El crimen ocurrió en la comunidad Auquisamaña. La familia denunció el lunes que la menor habría sido raptada cuando estaba en su domicilio.
La madre, en nota con Libertad Ayni, relató que había recibido mensajes en los que le pedían 70 mil bolivianos para entregarle a la menor con vida. De lo contrario, acabarían con ella en 12 horas.
Para asegurarse de que la pequeña estaba bien, la familia pidió pruebas. Entonces, los secuestradores enviaron un video en la que ella aparecía de espaldas. Luego, la madre solicitó un audio o hablar por teléfono con ella. Fue entonces cuando los criminales se molestaron, diciendo que ella no debía dar órdenes.
La familia acudió a la Policía. Esto causó enojo en los secuestradores. En uno de los contactos telefónicos, una voz le pidió a la mamá que dejara el lugar donde se encontraba.
En medio de la zozobra, la Policía logró capturar a una mujer sospechosa. Según la progenitora, la detenida decía que no quería ir a la cárcel y que la niña no aparecería.
Finalmente, el cuerpo fue encontrado sin vida alrededor de las 04:00 de la mañana. El cadáver estaba entre arbustos, a la altura de un hotel, reportó el comandante departamental, el coronel Jhonny Chávez.
El caso generó la consternación de la población local, que se movilizó exigiendo justicia.
El jefe policial indicó que se desarrollarán las investigaciones para aclarar los motivos del delito. De momento hay una persona aprehendida. Ya está a disposición del Ministerio Público.