Un ensayo clínico aleatorio puso a un sistema de inteligencia artificial frente a unos ecografistas. Los cardiólogos tuvieron que corregir más diagnósticos realizados por el personal de salud que por el modelo de IA.
Aunque investigaciones anteriores han ilustrado el potencial de los modelos de IA para la lectura de exploraciones médicas, esta investigación reporta los resultados del primer ensayo clínico ciego y aleatorio sobre salud cardiaca.
“Estamos listos para la hora estelar”
“Hay mucha expectación en torno a la IA“, pero la evaluación rigurosa sigue siendo fundamental, declaró David Ouyang, autor principal del estudio. El éxito de este ensayo “refuerza realmente el argumento de que ahora estamos listos para la ‘hora estelar’”, añadió el cardiólogo del Centro Médico Cedars-Sinai de Los Ángeles.
Las ecografías cardíacas, también conocidas como ecocardiogramas, son realizadas a los pacientes por ecografistas, profesionales de la salud que suelen hacer una evaluación inicial antes de entregarla a un cardiólogo.
Ecografistas versus Inteligencia Artificial
El nuevo estudio puso frente a frente un modelo de IA y ecografistas para ver quién daba la valoración inicial más precisa. Ambos evaluaron lo que se denomina fracción de eyección del ventrículo izquierdo, que mide la capacidad del corazón para bombear sangre al organismo.
Esta prueba es la principal forma de medir el funcionamiento del corazón. Se utiliza para saber si los pacientes han sufrido un infarto o si deberían someterse a tratamientos graves como la implantación de un desfibrilador.
La IA fue más rápida y precisa
Para el estudio, se repartieron al azar casi 3.500 ecografías cardíacas entre ecografistas y el modelo de IA. Posteriormente, sus valoraciones fueron evaluadas por cardiólogos, que no sabían cuáles procedían de los humanos y cuáles del modelo de IA.
Según el estudio, los cardiólogos introdujeron cambios sustanciales en más del 27% de las evaluaciones de los ecografistas y en casi el 17% de las realizadas por el modelo de IA.
“La IA fue más rápida, más precisa e indistinguible de los cardiólogos”, afirmó Ouyang.
Hay una “tremenda escasez” de ecografistas en Estados Unidos y en todo el mundo, y esto les ahorraría un tiempo valioso, añadió.
Se busca su uso en Estados Unidos
El modelo de IA, denominado EchoNet-Dynamic, se entrenó con casi 145.000 ecocardiogramas y utiliza lo que se denomina aprendizaje profundo para procesar grandes cantidades de datos.
Los investigadores están solicitando ahora la aprobación del método por la Administración Federal de Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y esperan hacer lo mismo pronto en la Unión Europea y otros países, según Ouyang.