Al menos 20 estudiantes fueron hospitalizadas este martes a consecuencia de un nuevo envenenamiento en un instituto femenino de Irán, en el segundo caso que se produce desde que se reinició ayer el curso escolar en el país persa.
El envenenamiento se produjo en un instituto de la ciudad de Tabriz, en el noroeste del país, donde las jóvenes sufrieron dificultades para respirar, informaron medios estatales iraníes.
Las estudiantes fueron dadas de alta tras recibir tratamiento y se encuentran en buen estado, de acuerdo con fuentes médicas citadas por la agencia oficial IRNA.
En vídeos compartidos por activistas se observa a chicas jóvenes en el suelo y tosiendo fuertemente a las puertas del centro educativo.
Se trata del segundo caso de envenenamiento en un centro educativo femenino desde que ayer se reinició el curso escolar tras las dos semanas de vacaciones por el año nuevo persa, de acuerdo con el diario reformista Etemad.
El primer caso se produjo ayer en un instituto de la ciudad de Naqdeh, en el Kurdistán iraní, donde las estudiantes sufrieron mareos, náuseas y dolor de cabeza, explicó Etemad.
La noticia fue publicada por diarios reformistas como Shargh, pero más tarde desapareció de sus páginas web.
Irán ha sufrido una ola de envenenamientos con gas que comenzó a finales de noviembre en la ciudad santa de Qom y se multiplicó en febrero y marzo.
Alrededor de 5.000 alumnas de 230 centros educativos en 25 de las provincias iraníes, según los datos proporcionados por el parlamentario Mohammad-Hassan Asafari, miembro de una comisión que investiga las intoxicaciones.
Las alumnas han sufrido síntomas como irritación de la garganta, dolores de cabeza, dificultades para respirar, debilidad, arritmias o la imposibilidad de mover las extremidades tras inhalar un supuesto gas.
El Gobierno iraní ha arrestado a más de 100 personas por su presunta responsabilidad en los envenenamientos, que ha atribuido a enemigos del país.
En Irán no se ha puesto en duda la educación femenina en los 43 años de existencia de la República Islámica y algunos padres vinculan los envenenamientos con las protestas con marcado tono feminista de los últimos meses, que se habían calmado tras una fuerte represión estatal.
Las alumnas de colegios e institutos participaron en esas protestas, se quitaron los velos, gritaron «mujer, vida, libertad» e hicieron gestos de desprecio a retratos de Jameneí y del fundador de la República Islámica, el ayatolá Ruholá Jomeiní.