El contexto se daba en la antesala de la denominada Guerra del Agua en Cochabamba. A partir de dicho momento histórico, el “toro negro y el toro blanco”, como los autodenominó Morales en alguna oportunidad, forjaron una relación política que alcanzó el período de Gobierno nacional más longevo de la historia. Hoy, dicha relación se quebró.
Evo y Álvaro siempre halagaron la “lealtad” mutua. Sin embargo, debido a la crisis que vive el Movimiento Al Socialismo (MAS), al menos para el líder cocalero, eso se acabó. García Linera indicó, la semana pasada, que Evo debería dejar gobernar a Luis Arce. Les pidió a ambos sentarse para unificar al partido y habló de que a Morales le cuesta el hecho de dejar de ser presidente. Estas declaraciones no han sido bien recibidas por el expresidente y su entorno, que entre ayer y este lunes han calificado al exvice como desleal, desagradecido y renovador.
EL TORO NEGRO Y EL TORO BLANCO
Evo y Álvaro cruzaron sus caminos a inicios del siglo en Cochabamba en la antesala de la Guerra del Agua, momento en el que ambos, en ese entonces sindicalistas, apoyaron al sector indígena en la lucha contra la privatización del agua, episodio que se cobró varias vidas humanas.
Antes de eso, ambos se introducían en la política desde distintas aristas. Por un lado, el cocalero era uno de los dirigentes más influyentes de los años 90 y llegó al inicio del siglo como una de las caras más visibles contra los gobiernos de Jaime Paz Zamora y después contra el de Gonzalo Sánchez de Lozada.
Por otra parte, García Linera, según detalla una corta biografía de los archivos de la Vicepresidencia del Estado, inició su camino político desde el activismo hasta llegar a ser parte del Ejército Guerrillero Tupac Katari, donde formó relaciones con Felipe Quispe, el Mallku, llegando a estar preso junto al exlíder aymara.
Tras unos años, conoció a Morales poco antes de los conflictos de la mencionada disputa por el agua y fue llevado al Trópico por el dirigente para dar charlas para tiempo después fundar el Movimiento Al Socialismo. Ninguno de los recuerda exactamente el momento en que cruzaron sus caminos.
En una entrevista con Página 12, de Argentina, García Linera y Morales recordaron entre risas esos primeros encuentros.
“Todo esto fue antes de la Guerra del agua. Y luego, ya en el año 2000, cuando se intentaba expulsar una a una a las empresas extranjeras, Evo llevó con 6.000 compañeros de la Federación del Trópico ayuda a los vecinos de la ciudad de Cochabamba para enfrentar a la Policía y apoyar el bloqueo. Yo iba dando vueltas por la ciudad y ahí lo encontré a Evo con sus guerreros. Era impactante. Luego ya comenzamos a vernos más regularmente después de ahí. Pero el primer encuentro, como él dice, fue en la Federación del Trópico por invitación de él, para hacer un análisis de la situación política de Bolivia. Ha pasado mucho tiempo, pero parece antes de ayer”, contó García Linera en entrevista con el diario argentino.
Tras los conflictos, Morales se volvió mas popular entre el común denominador de la población y García Linera permanecía con él como un brazo derecho. Sin embargo no todo fue color de rosa, según Evo, siempre intentaron dividirlos y, desde el MAS, algunos pensaban que Álvaro quería aprovecharse de la imagen del líder cocalero.
“La derecha nos quiso enfrentar, nunca pudo. Quería instalar que Álvaro nos quería quitar la Presidencia. Yo decía que éramos una yunta, un toro negro y un toro blanco. Incluso algunos compañeros querían separarnos”, indicó Morales en entrevista con Página 12.
Pese a las dificultades, la dupla llegó a las elecciones de 2005 como el principal contrincante frente a un desgastado Gonzalo Sánchez de Lozada. De esta forma, Evo arribó a la Presidencia junto a Álvaro García Linera como vicepresidente. La formula, tras varias críticas, logró la gestión más longeva de la historia del país, 14 años en el poder, sin embargo, en 2019, unas elecciones fallidas y la renuncia de ambos a sus cargos concluyó la primera etapa del partido azul.
CRISIS
Tras la salida de ambos del poder en 2019, permanecieron juntos durante un tiempo. Se asilaron en México y durante su estadía en el norte daban charlas, sostenían reuniones y brindaban entrevistas con algunos medios.
El tiempo pasó y poco a poco ambos tomaron caminos separados. Después de México llegaron a Argentina y para cuando ya se conocía la victoria de Luis Arce y David Choquehuanca en las elecciones de 2020, García Linera y Morales retornaron a Bolivia.
Fue en ese momento que los dos tomaron caminos separados. Si bien ingresaron juntos al país y dieron una multitudinaria charla junto a Arce y Choquehuanca. Morales se dedicó a tomar las riendas del partido desde las Seis Federaciones del Trópico, mientras que García Linera inició una vida en Argentina, dando clases y seminarios.
No fue hasta hace unas semanas que el exvicepresidente volvió a la esfera política nacional, aunque se desvinculó del todo, y opinó sobre la crisis interna que vive el Movimiento Al Socialismo tras la creación de dos facciones: el evismo, espacio de crítica sobre la política del Gobierno de Arce, y el ala renovadora, grupo del MAS que cuestiona a Morales y su entorno y pide su retiro de la política.
UN ENEMIGO MÁS
La mañana del domingo 2 de abril, Morales afirmó en el programa de Radio Kawsachun Coca llamado “Evo es pueblo, líder de los humildes” que tiene “un enemigo más”, al referirse al exvicepresidente Álvaro, quien habló sobre la coyuntura política en los últimos días.
“Yo diría, en resumen, que tengo un enemigo más, 14 años de vicepresidente, duele mucho, será porque soy indígena o porque soy leal, somos leales. (Son) los principios y valores que nos dejaron nuestros antepasados. Solo decir, gracias Álvaro”, manifestó Morales al ser consultado por las declaraciones que realizó García Linera en los últimos días.
Horas después, García Linera, entrevistado por el programa Detrás de la Verdad (DTV), respondió: “Evo, no tienes un nuevo enemigo. Solo a un compañero que desea que nuevamente seas presidente de Bolivia. Solo que, de manera humilde, te recomienda que algunas cosas que ahora haces y dices te están alejando de tu capacidad de unir a todo el pueblo. Y eso deberías mejorar”.
Este episodio marcó un antes y un después en la relación política que viene gestándose por más de 20 años entre el activista y después exvice del Estado y el líder sindical y luego presidente del país.