El temor se apoderó de Juan Antonio Cuéllar tras enterarse que Jhasmani Torrico, pese a tener sentencia por secuestro y tortura, ahora goza de detención domiciliaria.
Los jueces Salomé G., Patricia O., Richard C., del Tribunal de Sentencia Nº2 de Quillacollo, beneficiaron, el pasado 6 de julio, con detención domiciliaria a Jhasmani Torrico. Este fallo llamó la atención, ya que se cuenta con suficientes pruebas que culpan al abogado de secuestro y tortura.
Cuéllar continúa ejerciendo la profesión de mecánico, retomó su trabajo en su vivienda, pese a las amenazas que sufre.
Los Tiempos tomó contacto con Juan Antonio Cuéllar, quien, al contar todo lo vivido en manos de Jhasmani Torrico, aún derrama lágrimas, expresa impotencia y sobre todo temor por lo que está pasando.
El 16 de noviembre de 2014, un supuesto cliente fue al taller de Cuéllar para solicitar un trabajo mecánico en su vehículo que estaba en otro lugar. Entonces, el mecánico y el “cliente” se subieron a un auto para ir hasta donde supuestamente estaba el motorizado con desperfectos.
En el auto había una persona a mi lado izquierdo, otra persona apareció atrás y otra más se subió al vehículo en el camino, luego “el de la izquierda me puso un cuchillo en la costilla, el otro en la nuca y (un tercero) me hizo pasar corriente por mi espalda”, relató sin poder sostener el llanto.
“Porque a mí me han amenazado de muerte, me han amenazado con violar a mi hija. Ese miedo tengo que algo le pueda pasar a alguien de mi familia”, dijo en medio de lágrimas y desesperación.
Cuéllar pidió a la justicia que revise el caso, “porque veo que ha sido manipulado por el tribunal y he visto muchas irregularidades”.