David Choquehuanca tiene su cuarto de guerra en la Vicepresidencia. Allí analiza sus estrategias políticas, muchas veces en solitario. Allí también recibe a sus seguidores, a quienes brinda clases de formación política, algo que molesta al evismo. El segundo mandatario logró respaldos de sectores afines al Movimiento Al Socialismo (MAS) en casi toda La Paz, la ciudad de El Alto, el norte de Potosí, algunas regiones de Santa Cruz, Beni y Pando.
Fue en 1984 cuando conoció a Evo Morales. Ese año Choquehuanca organizó en La Paz el primer encuentro de jóvenes campesinos de Bolivia. Invitó al exmandatario y ahí cruzaron las primeras palabras. Había algo en común: formar un proyecto político campesino que pueda enriquecer la democracia.
Desde ese año compartieron un sinfín de viajes, charlas y ampliados. En 1999, Evo en Libia presentaba a David como su canciller. Lo hacía entre risas y algo en broma. En 2006 lo cumplió. Morales designó a Choquehuanca ministro de Relaciones Exteriores. Su amistad era fuerte. La relación política aún más fuerte. Pero en 2017 dejó la Cancillería. Evo lo apartó.
Ahí empezaron los dilemas entre ambos. Uno tenía más apoyo. Ese era Morales. El entorno de Morales no quería a David en el proyecto del MAS. Lo querían apartar de las elecciones de 2020, pero los sectores se pusieron fuertes y al menos lograron que Choquehuanca sea candidato a la Vicepresidencia. Evo lo quería fuera. Su sueño era el binomio Luis Arce y Andrónico Rodríguez.
Tensa fricción
Hoy esa fricción quedó al descubierto. No hay comunicación entre ambos y se lanzan dardos cuando pueden sin mencionarse. Evo desde Chapare fustiga a su excanciller; David desde La Paz le responde y le reta.
Choquehuanca tiene el respaldo de casi todas organizaciones del departamento de La Paz. La más importante es la Federación de Campesinos Túpac Katari, con quienes desarrolla talleres de formación política. Lo mismo pasa con sectores de Yungas, como cocaleros y gremiales de esa zona. Lo mismo pasa con el norte de La Paz, donde los productores tienen un fuerte apoyo para el vicepresidente.
“En el país, en el departamento de La Paz, tiene que haber nuevos líderes, jóvenes, no es que hacer capacitación (política) es delito. Brindamos todo nuestro respaldo al hermano David (Choquehuanca)”, afirmó Pablo Flores, dirigente de los campesinos de La Paz.
En el MAS, al menos en la parte que defiende a Evo Morales, el trabajo que realiza Choquehuanca molestó y hasta le amenazaron con expulsarlo del partido. El vicepresidente siguió con sus actos de formación política. No hizo caso. El último que realizó fue el viernes en la Vicepresidencia. Habló con jóvenes aymaras de La Paz.
Evo respondió. Su gente llamó a un taller de formación política en la ciudad de Cochabamba. Ellos habían pedido a David que deje sus actos políticos y ellos mismos auspician el mismo tipo de evento a la cabeza de Evo Morales.
“Es un partido (el MAS) que tiene muchas cabezas, cada sector social tiene diferente mirada. Por supuesto que es normal que (el MAS) tenga varias corrientes, y que no todo se haga en completo acuerdo”, admitió el senador oficialista y representante de los interculturales, Félix Ajpi.
David Veizaga, dirigente del MAS y también intercultural que radica en Chapare, está de lado de Evo. Se estrelló contra Choquehuanca y le pidió asumir una posición respecto al partido.
“Hubo muchas intervenciones de que nuestro Vicepresidente estaría generando algunos talleres para crear su propia organización política. Queremos que se identifique también como persona, que diga si está en el proceso (de cambio) o es un vicepresidente coyuntural, porque sabemos y entendemos que en el MAS-IPSP los dirigentes pasamos, pero los buenos se quedan”, retó Veizaga.
El apoyo a Choquehuanca continúa en el norte de Potosí. El representante de la Federación de Campesinos del Norte de Potosí, Mario Córdova, dijo que en esa zona potosina existe una ofensiva contra Morales por las imposiciones que realizó en las elecciones subnacionales de 2021 y ve en el vicepresidente un líder que busca la unidad del sector campesino.
“Hay gente que se opone a eso y piden renovación, son quienes respaldan al binomio (Arce y Choquehuanca) y en el otro lado está el grupo de Evo. Nosotros vemos que todo se rompió cuando Evo impuso a su candidato a la Gobernación (de Potosí). Ahí hubo mucha molestia y ahora vemos enfrentamientos entre la misma gente del gobernador (Jhonny Mamani) y de Evo Morales. Son el mismo bando, pero la mayoría son oportunistas y tránsfugas”, explicó Córdova a este medio.
Duros enfrentamientos
El 15 de mayo, en el municipio de Tinguipaya, en Potosí, hubo un enfrentamiento entre pobladores, que derivó en el deceso de dos personas. El hecho ocurrió luego de que el vicepresidente Choquehuanca inauguró la Escuela de Formación de Líderes Para la Vida y participó en el aniversario de un colegio en la zona.
Esa pelea comenzó luego de que Choquehuanca se marchó del lugar. Según el ejecutivo de los campesinos de Potosí, Mario Mamani, el conflicto se debió a que presuntamente desde la nacional del MAS consideran que el vicepresidente puede dividir al partido oficialista.
En El Alto el vicepresidente pisa fuerte en ese reducto político. La Central Obrera Regional (COR) de esa ciudad anunció su respaldo a Choquehuanca. El dirigente Marcelo Mayta pidió al segundo mandatario desarrollar escuelas de líderes políticos en esa urbe.
La Vicepresidencia impulsa diez escuelas de líderes en todo el país. En abril, desde ese despacho anunciaron la creación de centros de formación en provincias. Esa organización de talleres es la que rechaza el ala dura del MAS.
En Santa Cruz, Choquehuanca tiene todo el respaldo de la dirección regional del MAS. El presidente del partido en suelo cruceño, Marco Fernández, también pidió a la autoridad continuar con la formación de cuadros políticos.
Lo mismo sucede en Beni, donde parte de la dirección del MAS se inclinó por apoyar a Choquehuanca. Incluso hay sectores sociales, como los gremiales, que respaldan su gestión. En Pando, también la dirigencia gremial anunció su apoyo al vicepresidente del Estado.
