A trece ascendió la cifra de fallecidos por el gran deslizamiento de tierra que ocurrió el pasado domingo en Alausí, en el centro de los Andes de Ecuador, luego que la Fiscalía General del Estado dispusiera este miércoles el levantamiento de un cadáver más encontrado entre los escombros.
Según la Secretaría de Gestión de Riesgos, hasta el martes se registraban también 67 desaparecidos y 31 heridos, mientras que 32 personas pudieron ser rescatadas con vida en los instantes posteriores al desastre.
Como damnificados hay 116 personas correspondientes a 30 familias que se encuentran alojadas en albergues temporales habilitados en este municipio de la andina provincia de Chimborazo, mientras que las personas afectadas ascienden a unas 500.
También hay 163 viviendas afectadas y el número de inmuebles destruidos está todavía en evaluación, pues muchos de ellos están bajo varios metros y miles de toneladas de tierra, luego de que parte de la montaña se fuera abajo.
La emergencia ha movilizado a numerosas brigadas de bomberos de diversas partes del país y a equipos de rescate especializados en estas situaciones, a los que se han sumado contingentes de militares y de vecinos y voluntarios con picos y palas.
Si bien a cada hora que pasa descienden las posibilidades de encontrar a personas con vida, la magnitud del corrimiento de tierra impide a los rescatistas ubicar con celeridad a las personas que se piensa siguen sepultadas.
La posibilidad del gran corrimiento de tierra ya había sido advertida y avisada a autoridades en diciembre pasado por los habitantes de Alausí, cuando se habían detectado varias grietas en el cerro que, con el paso de las semanas, superaron el metro de anchura.
La Secretaría Nacional de Riesgos asegura haber cursado el 11 de marzo al gobernador (delegado del Gobierno) de la provincia de Chimborazo y al alcalde de Alausí un informe técnico que recomendaba y pedía la evacuación de la población, entre otras medidas.