Los departamentos de Beni y Potosí son los que registran un menor porcentaje de aplicación de la tercera dosis entre las personas mayores de 18 años. Advierten que el movimiento antivacuna se quedó en el país.
El esquema completo de vacunación con la aplicación de la tercera dosis sólo llegó al 32% de la población mayor de 18 años en el país. Expertos la consideran “muy baja” para enfrentar una séptima ola prevista para mayo. Pese a ello, el Gobierno informó que el porcentaje de letalidad es muy bajo y habla de reducir las medidas de bioseguridad.
“La solución para superar la pandemia es la vacunación. Considerando que el esquema completo es de tres dosis, debemos reconocer que aún estamos bajos, pero la contención de la enfermedad no sólo se dio en Bolivia, sino en todos los países del mundo. La vacuna frenó el covid y lo convirtió en una enfermedad endémica”, explicó a Página Siete Guillermo Cuentas, exministro de Salud.
Según datos del Ministerio de Salud, los departamentos con menor nivel de vacunación son Beni con el 19%; Potosí con el 27%; Pando y Oruro con el 30%, cada uno. Pero, los niveles de aplicación de la primera dosis ascienden al 85% a nivel nacional y un 13% de dosis única. Eso quiere decir que alrededor del 98% de los bolivianos tienen, al menos, una dosis en su esquema.
El Ministerio de Salud reportó que en el pico de la quinta ola, que se vivió a mediados del año pasado, hubo más de 34 mil casos por semana. Esta cifra bajó casi a la mitad en la sexta ola al llegar a los 16 mil positivos en diciembre de 2022. Ahora informó que el país tiene los niveles más bajos de contagio de toda la pandemia con 500 contagios la anterior semana y destacó los bajos niveles de letalidad.
“A pesar de tener mayor cantidad de casos, tuvimos menos decesos y eso debemos transmitir a la gente. Si bien es difícil evitar el contagio de una enfermedad, lo importante es evitar decesos”, dijo. Por ejemplo, el nivel de letalidad bajó del 6% de la primera ola a 0,1% en la pasada. Es decir que las muertes bajaron de 85.511 en la primera ola a 128 decesos en la sexta ola.
“Las vacunas siguen disponibles, ya no en lugares masivos, sino en los centros de salud más cercanos. Debemos trabajar y prepararnos para la época de frío. Autorizamos hace una semana la aplicación de la vacuna contra la influenza. Todos los pacientes pueden buscar esta vacuna que les brindará la inmunidad necesaria”, agregó Auza.
Ante los niveles bajos de contagios y decesos, Auza dijo que si el país alcanza los niveles más bajos que se presentaron entre una ola y otra, se podría asumir nuevas medidas. “Nos sentaremos con el Consejo Nacional de Estrategia Sanitaria y analizaremos la posibilidad de flexibilizar más (medidas) y determinar la eliminación de la emergencia”, afirmó.
El director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de La Paz, Prisley Rivero, aseguró que una nueva ola se acerca. “Hay que prever que, según estudios, la séptima ola se está proyectando para mayo. La principal medida de cuidado es la vacunación. Con eso vamos a continuar trabajando y vamos a insistir en ello”, precisó.
“Si queremos dejar el barbijo –agregó el profesional- y queremos desarrollar una vida normal como la que teníamos antes, debemos priorizar la vacunación. Vamos a recomendar a la población que la principal medida de bioseguridad (para evitar síntomas graves de la enfermedad) es la vacunación. De ser así, nosotros con todo gusto, desde el Sedes La Paz, pediremos que se deje de usar el barbijo”.
Jorge Gómez, exdirector del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Beni, dijo que la aplicación de la tercera dosis es muy baja por la confianza que tiene la población. “La gente, con la primera, la segunda dosis y los niveles reducidos de contagio se sintió protegida y dejó de lado la responsabilidad de aplicarse la tercera dosis. Además, las autoridades dejaron de incentivar a la vacunación; y no hay una respuesta de parte de la gente”.
Por ejemplo, Gómez mencionó que los casos de coqueluche comenzaron a subir porque la población no se vacunó. “Parece que el movimiento antivacunas se está enraizando no sólo en Beni, sino en toda Bolivia. Eso nos trae perjuicios”, añadió.
¿Pero qué podría pasar con una nueva ola? Gómez dijo que en la primera ola de la pandemia en Beni “se infectó un 90%” de su población. “Me atrevería a decir que al final se logró cierto nivel de inmunidad de rebaño. Esto nos está dando cierta sensación de bienestar, pero a la larga, dependiendo de las mutaciones que pueda tener el virus, nos podría ser perjudicial”.
Comparó el covid con la influenza e indicó que para combatir esta enfermedad se debe distribuir vacunas anuales que combaten las nuevas cepas. “Creo que a la larga esto sucederá con el covid, ver qué cepa está saliendo, analizar cómo podemos enfrentarla y hacer una vacunación estacional. A la larga, eso va a suceder no sólo en Bolivia, sino en el mundo”.
El médico mencionó que ahora se dejó de usar el barbijo incluso en ambientes cerrados. “Si sacamos el factor de inmunidad de rebaño, (Beni) puede ser una de las regiones del país que tiene la mayor cantidad de casos. Si no fuera así, si la inmunidad de rebaño funciona como debería ser, no va a representar un golpe fuerte en la población”, sostuvo.
El director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jarbas Barbosa, pidió a los países que refuercen la vigilancia y subsanen las deficiencias en cobertura de vacunación contra el covid para terminar con la emergencia y prepararse mejor para futuras crisis sanitarias.
“La Covid-19 puso de relieve que ningún país u organización del mundo estaba plenamente preparado para el impacto de esta pandemia”, afirmó Barbosa, durante una rueda de prensa la anterior semana. Esto incluye a las Américas, una región “marcada por las inequidades”, dijo el especialista.
Actualmente, la tasa de incidencia (es decir el número de casos nuevos) del covid es entre 20 y 30 veces inferior a la de hace un año, pero “aunque no estamos totalmente fuera de peligro, estamos en un lugar mucho mejor”, añadió.
A pesar de estos avances, Barbosa advirtió que “la Covid-19 todavía está con nosotros y el virus aún tiene que establecerse en un patrón predecible”.
“En el último mes, hemos visto más de 1,5 millones de nuevos casos y 17.000 muertes”, dijo. “No podemos bajar la guardia”, agregó.
Además, Barbosa advirtió que aunque las tasas de detección han disminuido, es crucial que los países mantengan y sigan reforzando la vigilancia, ya que el virus SARS-CoV-2 “puede evolucionar y adaptarse rápidamente”.
La pandemia
Registro. El Ministerio de Salud reportó que 1,2 millones de personas contrajeron la enfermedad en seis olas. De ellos, 1,1 millones se recuperaron y por el momento hay 9.886 casos activos.
Vacunas. La vacunación anticovid en Bolivia alcanza, hasta la fecha, a 15,8 millones de dosis aplicadas, entre la primera, segunda, tercera, unidosis y cuarta dosis a los diferentes grupos etarios de las vacunas Sputnik V, AstraZeneca, Sinopharm, Pfizer y Janssen en el país. Las vacunas anticovid gestionadas y adquiridas por el Gobierno nacional alcanzan 23,8 millones de dosis.
Para la tercera dosis sólo se debe llevar el carnet del niño
De los menores en edad escolar en el país, es decir entre los cinco y 17 años, sólo el 37% recibió su segunda dosis de la vacuna contra el covid.
Expertos advierten que no existe un alto nivel de contagios en este grupo infantil, porque el resto de la población ya tiene al menos una vacuna y porque el virus ya no está circulando con más intensidad como en las anteriores olas de la pandemia.