El mundo podría sufrir un déficit en los próximos años de hasta 13 millones de enfermeros y enfermeras (casi la mitad de los que trabajan actualmente), algo que debería ser considerado una “emergencia sanitaria global”, advierte hoy la organización internacional que engloba a estos trabajadores.
Los sistemas sanitarios de todo el mundo “sólo comenzarán a recuperarse de los efectos de la pandemia y se reconstruirán si hay suficiente inversión para construir una fuerza global de trabajadores del sector de la enfermería”, advierte un estudio presentado este lunes por el Consejo Internacional de Enfermeras (ICN).
Actualmente trabajan en el mundo unos 29 millones de enfermeros y enfermeras, ya antes de la pandemia se calculaba que hacían falta 6 millones más y a ello hay que añadir los 5 millones que se retirarán en los próximos años y 2 o 3 que se cree abandonarán el sector antes de lo esperado, advierte el consejero delegado de ICN, Howard Catton.
“La escasez de trabajadores en la profesión debe considerarse una prioridad para todos los gobiernos”, subraya, añadiendo además que debe frenarse la creciente práctica de contratar enfermeras de países en desarrollo para naciones desarrolladas.
Uno de estos países “exportadores” de enfermeras, India, está acusando problemas para satisfacer la demanda de su mercado interno, mientras que otro habitual origen de trabajadores del sector para Occidente, Filipinas, podría tener un déficit de hasta 350.000 de estos empleados, advierte ICN.