Hasta el momento, no se conoce de algún proceso interno de la Policía contra los dos uniformados.
El mayor Álvaro Julio Muñoz y el capitán Rubén Aparicio fueron suspendidos a principios de esta semana por el inspector general de la Policía, Augusto Russo, ambos por tener aparente contacto, en diferentes momentos, con Misael Nallar luego del asesinato de tres efectivos policiales en el municipio cruceño de Porongo; sin embargo, los policías continúan trabajando en otros departamentos.
Muñoz, galardonado la pasada semana con la “excelencia policial” por supuestamente haber capturado a Nallar, principal acusado del triple asesinato, fue suspendido tras encontrarse irregularidades en la aprehensión del acusado porque, según Franz Tamayo, el abogado del detenido, no existió ninguna captura ya que su cliente se entregó bajo un acuerdo pactado. Además, solicitó a la Fiscalía convocar al policía y secuestrar el celular del uniformado para constatar la versión de la parte acusada.
Respecto al capitán, testigos indicaron que Nallar pidió que llamen a Aparicio para que solucione el crimen tras el asesinato.
“Estos han sido suspendidos de sus funciones y están esperando un nuevo destino o una nueva disposición respecto a lo que pueda acontecer con sus personas. Sin embargo, ya no están cumpliendo funciones, hay determinaciones que ha tomado el Alto Mando y la Dirección General Lucha Contra el Narcotráfico para suspender momentáneamente, por lo menos, de las funciones a estos dos funcionarios”, indicó Russo el martes pasado desde Santa Cruz.
El diario El Deber realizó una investigación sobre la situación de ambos efectivos policiales y constató que Muñoz sigue en funciones en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) pero en La Paz. En cambio, Aparicio desempeña funciones en la misma institución antidroga, pero en Cobija.
“Tanto Aparicio como Muñoz coincidieron en señalar que en la Policía no existe la figura de ‘suspensión’, tampoco la renuncia, porque es una institución fundamental del Estado. ‘Si continuamos nuestras labores es porque no existe en absoluto nada en nuestra contra’”, aseguró el capitán Aparicio tras la consulta de El Deber.
Hasta el momento, no se conoce de algún proceso interno de la Policía contra los dos uniformados.
