Francia en crisis: recolectores de basura y policías se pelean en pleno centro de París

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Pese al rechazo de dos de cada tres franceses, Macron quiere retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años

Recolectores de basura parisinos se enfrentaron este 16 de marzo con elementos de la Policía local, durante una nueva jornada de protestas en contra de la reforma de pensiones del Gobierno de Emmanuel Macron. Un importante número de miembros del gremio y otros activistas bloquearon un sitio de recolección de basura de la capital de Francia y por lo que las fuerzas policiales han utilizado gases lacrimógenos para dispersarlos.

Durante el decimoprimer día de huelga de los recolectores en las calles de París ya se han acumulado 9 mil 400 toneladas de basura, informa la prensa local y la agencia francesa de noticias AFP.

Estas manifestaciones se dan luego de que el presidente de Francia, impuso una controvertida reforma de pensiones en el parlamento sin votación, desplegando un poder constitucional rara vez utilizado (artículo 49.3 de la Constitución) que corre el riesgo de inflamar más las protestas.

La medida fue una admisión de que su gobierno carecía de una mayoría en la Asamblea Nacional para aprobar la legislación para elevar la edad de jubilación. Pese al rechazo de dos de cada tres franceses, según los sondeos, Macron quiere retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años (y no 42 como hasta ahora) para cobrar una pensión completa.

Tras conocerse la decisión, varios miles de personas se congregaron en la plaza de la Concordia, a cientos de metros de la Asamblea, para protestar contra la reforma y contra el uso de este mecanismo legal, cuyos detractores consideran antidemocrático.

La segunda economía de la Unión Europea (UE) tiene una de las edades de jubilación más bajas del bloque y enfrentaría, según el gobierno, un déficit en el futuro en la caja de las pensiones, que esta reforma busca paliar.

Moción de censura la única alternativa para evitar la reforma de pensiones

La única manera de impedir ahora su aplicación es que los diputados aprueben una moción de censura contra el gobierno, que se debatiría en los próximos días. La líder ultraderechista Marine Le Pen ya anunció la presentación de una.

«Es la constatación de un fracaso total» para Macron, agregó su rival en el balotaje de la pasada elección presidencial. Según los sondeos, el partido de Le Pen sale reforzado del pulso sobre las pensiones.

Más allá del proyecto, el mandatario de 45 años, reelegido hace casi un año con la promesa de reformar Francia, se juega con esa reforma poder aplicar su programa durante su segundo mandato.

Con el visto bueno asegurado en el Senado, que la aprobó en la mañana, el gobierno se esforzó en convencer al puñado de diputados oficialistas y a la «veintena» de su aliado de derecha Los Republicanos (LR) aún reticentes.

El líder de este partido, Éric Ciotti, indicó que no apoyarán ninguna moción de censura, aunque Aurélien Pradié, uno de los diputados reacios, aseguró que «se lo pensará».

Un manifestante sostiene un cartel que dice «Es no» durante una manifestación en la Place de la Concorde después de que el gobierno francés. Foto: AFP.

El grupo de diputados independientes LIOT estudia presentar una moción de censura, si el gobierno no retira la reforma. Esta podría recabar el máximo número de apoyos posible, pero es incierto si lograría tumbar al gobierno.

«El gobierno estaba ante dos malas soluciones»: arriesgarse a un voto y perder, y activar el 49.3, indicó Antoine Bristielle, experto en opinión pública de la Fundación Jean Jaurès, para quien el camino escogido «dará un segundo impulso» a las protestas.

El nuevo episodio en la saga de las pensiones llegó cuando las huelgas prorrogables lanzadas la semana pasada en sectores clave como la energía y el transporte perdían fuerza, pese a las fuertes imágenes de las toneladas de basura acumuladas en París.

Si la moción de censura fracasa y se adopta así la reforma finalmente, la oposición de izquierda prepara un recurso ante el Consejo Constitucional que retrasaría su promulgación y daría más tiempo a los opositores para utilizar sus últimos cartuchos, como reclamar un referéndum.


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