En medio de lágrimas, tristeza e impotencia, ayer dieron el último adiós a Camila Caballero, la niña de 10 años que murió electrocutada en la plazuela de la OTB La Joya después de tocar los cables de un poste de alumbrado público. En tanto, el Ministerio Público abrió una investigación por homicidio culposo para establecer si existen responsables y en qué grado.
Familiares, amigos y vecinos participaron del funeral que se desarrolló en el Cementerio General, donde exigieron a gritos justicia por la muerte de la niña.
“Mi hija fue un regalo de Dios, era mi pequeña, mi consentida”, dijo la madre devastada, mientras despedía a su hija.
La fiscal departamental Nuria Gonzales confirmó ayer que el Ministerio Público abrió la investigación con la calificación de homicidio culposo.
“Estamos estableciendo si existen responsables, qué responsables y cuál es el tipo de participación que han tenido”, dijo.
Por su parte, el gobernador de Cochabamba, Humberto Sánchez, pidió una investigación y seguimiento de este hecho que enluta a una familia.
“Hay varios responsables, no es la única (la empresa a cargo de la construcción de la plazuela). Para eso, el Gobierno, las entidades públicas contratan una empresa, para eso hay fiscalización y supervisión”, dijo la autoridad y señaló que una vida perdida no se repara con dinero.
La Alcaldía municipal deslindó responsabilidad y señaló que el mantenimiento de la plazuela corresponde a la empresa que la construyó y al Fondo Nacional de Inversión Productiva y Social (FPS).
En tanto, el FPS señala que en 2020 entregó la obra al municipio no recibió ninguna observación.
Perro muere electrocutado
A dos días del fallecimiento de una niña (10) por una descarga eléctrica por cables sueltos en una plazuela, ayer un perro murió de la misma manera: recibió una descarga eléctrica tras tener contacto con cables de alta tensión que estaban en el suelo del parque Fidel Anze.
Los vecinos denunciaron que Elfec dejó los cables sin medir los riesgos para los peatones.