Eva Copa habla de construir un proyecto político con los que creen en el proceso de cambio y asegura que no regresaría al MAS. Evalúa su gestión y detalla los cambios realizados por casos de corrupción.
la alcaldesa de El Alto, Eva Copa, ha cambiado mucho desde aquella vez en la que la entrevistamos en su casa, cuando acababa de ser excluida del MAS y había decidido postular a la Alcaldía por su cuenta. Entonces derramó algunas lágrimas, llevaba una vincha en el pelo y estaba vestida con un deportivo oscuro. Dos años después, nadie le quita la sonrisa, habla empoderada y luce un atuendo formal: vestido fucsia, bisutería a juego, tacones y melena alisada profesionalmente.
Es el mes aniversario de El Alto y en pocos días se recuerda el Día de la Mujer, dos motivos para hablar con ella de su gestión, de la corrupción, de su cercanía con el presidente Luis Arce y de los evistas, que se han convertido en sus principales rivales políticos. Recibe a Página Siete en la casa municipal de El Alto, más conocida como Jach’a Uta, una mole de seis pisos, donde funcionarios vestidos de estricto traje negro se mueven como hormigas.
¿Cuáles con los regalos para la ciudad de El Alto en su aniversario?
Este año hemos hecho un paquete de regalos para la ciudad de El Alto, en el que está el distribuidor que va a estar en la Adrián Castillo. Estas vías nos van a ser parte de la red de distribuidores que vamos a tener en la ciudad de El Alto, que van a ayudar al mejor flujo vehicular y menos trancaderas.
¿Cuál es la evaluación que hace de su gestión luego de casi dos años al frente de la Alcaldía?
Al ingresar nos hemos encontrado con muchos percances. Lamentablemente, la Ley General del Trabajo si bien protege al funcionario público, también hace que haya mucho desacato. Hay gente que viene a las ocho de la mañana, toma su té y a las nueve recién se ponen a atender. Y si se les dice que trabajen, ya te dicen que eres un explotador o te denuncian por explotación laboral. Hemos tenido gente que no cumplía con su trabajo o que ya concluyó su trabajo y que apelaba a la lactancia o maternidad o paternidad, eso nos ha llenado de gente que solamente está por ganar sueldos y no para trabajar. Siendo críticos constructivos, asentarnos el primer año ha sido muy difícil. También nos hemos encontrado con mucha corrupción. Gente ajena al municipio vendía cargos, direcciones, jefaturas o tal vez proyectos. Hemos hecho seguimiento con personas que han sido afectadas, hemos tenido seis a siete acciones directas en la Alcaldía. Tenemos gente que está en San Pedro, gente con detención domiciliaria y tenemos 48 procesos que seguimos a esas personas.
También ha cambiado directores y jefaturas. ¿Podría detallar los casos de corrupción en los que estaban involucrados?
Tenemos seis personas que estaban en San Pedro, creo que dos aún continúan ahí, cuatro están con detención domiciliaria. A algunas de estas personas se las ha denunciado por falsificación de sellos y falsificación de firmas para proyectos que tenía el municipio. Hemos hecho acciones directas porque los hemos encontrado in fraganti. Y otras personas tenían títulos falsos. Hemos hecho una solicitud a las diferentes universidades para hacer la verificación de estos títulos y hemos ratificado que son falsos unos 45, los cuales están en la Fiscalía en proceso de investigación. Hemos tenido también gente que ha sido denunciada por venta de cargos, que, si bien no son parte del municipio, pero hay personas que han sido engañadas. También hemos encontrado proyectos que no estaban inscritos en nuestro POA, pero que ya estaban siendo ofrecidos. Por eso es que hemos hecho estos cambios en secretarías, en jefaturas y en direcciones.
¿Tiene alguna política de cero tolerancia a la corrupción?
Si bien nosotros no podemos acabar con la corrupción, o dejar al cero por ciento, porque sería algo muy demagogo, nosotros somos cero tolerantes a la corrupción. No vamos a permitir corrupción de ningún tipo ni por dirigentes ni por funcionarios ni por personas que estén allegadas a los secretarios o a las mismas. Yo me he sorprendido mucho cuando decían “nosotros somos familiares muy cercanos a la alcaldesa”, pero no tengo (familiares). Mi papá falleció ya hace casi 10 años, mi mamá es hija única y mi única prima tiene 15 años. Por eso que hemos denunciado públicamente para que no sean estafadas ni afectadas más personas por estas personas inconscientes.
¿Ha encontrado trabas políticas en Concejo de parte del MAS, que se ha convertido en un opositor a su gestión?
(Suspira hondo) ¡La política! Qué te puedo decir de la política. Yo tengo fe y estoy segura de que va a haber cambios estructurales con nuevos actores en la política, porque con esos actores tradicionales lo único que estamos haciendo es retroceso. A mí me sorprende mucho ver esta oposición tan dura que tenemos del ala del MAS, a la cabeza de la señora (Wilma) Alanoca y la señora (Fabiola) Furuya, que se oponen a todo, a todo. A veces tengo que darle clases y hacer de maestra, tengo que explicarle a la señora Alanoca qué es una patente, qué es un impuesto de un bien inmueble y qué es un impuesto de los gremiales, y a veces pierdo mi tiempo. Yo estoy de acuerdo que la oposición tenga que fiscalizarme, hacerme observaciones, pero también creo que esta oposición tiene que ser proactiva. No están diferenciando que no me hacen daño a mí, hacen daño a una ciudad. Queremos dar un salto a la tecnología, a la modernidad, al progreso y lamentablemente esta afinidad que ella tiene con el señor (Evo) Morales, que tanto quiere volver al poder, hace que, no sé, si me ven o no como una rival, por lo que busca cualquier cosa para perjudicar nuestra gestión.
¿Tal vez la ven como una rival para el 2025? ¿Tal vez Evo piensa que podría competir con Eva?
Tal vez, pero yo dudo mucho que pase eso porque estoy muy enfocada en mi gestión. Somos una de las alcaldías que ha tenido mayor votación a nivel nacional, mucha gente ha confiado en nosotros y no podemos defraudarlos, pero, lamentablemente esta (pugna) política que existe entre el ala renovadora de Luis (Arce) y el ala radical del señor Morales, que no tiene ningún tipo de razón para oponerse. Es oponerse por oponerse, es fregar por fregar, como dicen.
¿Por qué decidió no invitar a Evo a los festejos de El Alto?
Por qué lo vamos a invitar si igual no va a venir, si no lo ha hecho cuando era presidente. En nuestros aniversarios prefería irse a Venezuela. Luis Arce ha estado acá (el año pasado y también este año) y ha sido el desfile de la unidad porque hemos estado masistas, no masistas, organizaciones sociales y se ha mostrado la gran unidad de la ciudad de El Alto. Además, por qué vamos a invitar a una persona que en estos momentos no tiene un cargo representativo a nivel nacional, no es elegido por el voto del pueblo boliviano, no tiene ningún sentido invitarlo a actos tan importantes para nuestra urbe.
En cambio, con Arce se nota que usted tiene afinidad. ¿Además de la afinidad institucional, tiene una afinidad política con su proyecto político?
Yo a Luis, al presidente, le tengo un gran aprecio porque él me ha acompañado en momentos muy duros cuando estuvimos en la Asamblea Legislativa y él estaba de candidato. La hemos pasado muy mal, pero creo que hemos sabido sobrellevar esas situaciones y las cosas negativas las hemos vuelto positivas. No es lo mismo dar señales desde afuera, si estabas aquí, tú sentías lo que estaba pasando y ahora quieren ser supuestamente los salvadores, pues molesta. A Luis yo lo aprecio mucho como persona porque he podido conocer el otro lado del presidente. Cuando él era ministro de economía era muy duro, pero ya aquí como candidato, como persona, he podido encontrar en él una persona que no tiene límites o envidia para poder orientarte. Alguna vez yo le he pedido consejos siendo presidenta de la Asamblea y me los ha dado sin excusas.
¿Eso quiere decir que en algún momento ustedes podrían coincidir en un proyecto político para el 2025, por ejemplo?
Ah, no sé.
¿Eso implicaría que usted vuelva al MAS o que conforme en un nuevo proyecto con Arce?
Yo al más no puedo volver. Yo no puedo volver atrás. Yo quiero mucho al MAS, el MAS me ha dado la oportunidad de ser senadora y lo agradezco, pero no puedo volver porque aún hay gente que anda en juntuchas y en rosca y a los nuevos líderes que tienen los van a dejar atrás porque no les van a dejar crecer, van a querer apagar la luz natural que tienen. Para qué volver ahí, yo dudo mucho volver ahí, no creo, es imposible volver. Pero creo que muchos de los que no estamos ya en el MAS, creemos en un proceso de cambio, porque el proceso de cambio no es del MAS, es del pueblo, podemos aunar esfuerzos para poder ver un proyecto más adelante, pero primero lo primero, enfocarnos en nuestra gestión.
También la hemos visto muy cerca del Vicepresidente, incluso vestidos de carnavaleros. ¿Qué significa políticamente?
David es un aymara como yo y, como decimos los aymaras, la sangre nos llama. Como aymaras tenemos que aunar esfuerzos para poder buscar mejores días para el departamento de La Paz. Los aymaras creemos en el muyu, es decir, no nos quedamos en un lugar, tenemos que rotar. Con David nos llevamos muy bien. Ese día casualmente teníamos una reunión para ver qué proyectos nos va a traer el Gobierno en el aniversario de El Alto y justo era la ch’alla de las oficinas, así que me tuve que ir vestida (de pollera) y él también estaba de pepino. Y le digo, oye, hasta coincidimos en esto, así que vamos a ch’allar nuestras oficinas para que nos vaya muy bien.
¿Entonces usted es parte del proceso de cambio, pero no del MAS?
No soy del MAS. Yo creo que mucha gente, al igual que yo, se siente parte de este proceso que hemos ido construyendo no solo desde que Evo llegó al poder, sino desde más atrás.
Cuando la entrevisté en su casa, cuando lanzaba su candidatura a la Alcaldía, usted derramó unas lágrimas porque acababa de ser excluida del MAS. Ahora la veo muy diferente. ¿Cuánto ha cambiado Eva Copa en el cargo?
Yo creo que, con todo lo que ha pasado, he madurado tanto políticamente. Lo que me ha hecho el señor Morales por su dedazo me ha dolido tanto, me ha dolido tanto porque ha hecho que me aleje de gente que quería mucho y gente que apreciaba bastante, pero en ese tiempo he visto sus verdaderos rostros. Pero, yo he dicho, no puedo volver a estar bajoneada, así que tengo que estar bien anímicamente y llevar adelante mi Alcaldía, porque es una Alcaldía muy difícil. Somos migrantes de las 20 provincias, aún hay machismo y hay mucha violencia doméstica, mucho acoso político, mucha violencia psicológica y si su primera autoridad va a estar así, pues qué va a ser de mis compañeras. Así que a levantarnos y a seguir caminando hacia adelante.
Durante este tiempo usted ha sido destacada entre las lideresas emergentes por medios internacionales. ¿Qué significa eso para usted?
Sí, me sentía yo con una mochila muy pesada cuando he llegado a la Alcaldía, es un reto mucho mayor que la revista Times me haya convocado para estar dentro de las 100 personas más representativas en la política. Eso hace que tenga que forjar mucho más mi camino, hacer que la gente confíe en los políticos, porque ya mucha gente no confía en nosotros, devolverles esa credibilidad. Además, también me ha ayudado mucho a promocionar mi ciudad y esto ha hecho que mi ciudad también sea más conocida a nivel internacional.
La hemos visto luciendo orgullosa la pollera, pero no la usa todo el tiempo. ¿Qué significa para usted vestir de pollera?
Para mí usar la pollera es un respeto hacia los aymaras y hacia mi madre que es de pollera. Yo no uso frecuentemente la pollera, como bien lo has dicho, solo en ocasiones especiales y lo hago por respeto. La pollera es un símbolo de lucha en la ciudad de El Alto, las mujeres de pollera son un emblema para nosotros.
Sin embargo, sus constantes viajes han generado críticas sobre todo de parte de Alanoca. ¿Qué puede decir al respecto?
Gracias a Dios, todos los viajes que yo he hecho los han pagado las instituciones que me han invitado, yo no he gastado ni un solo peso del municipio. Estos viajes han servido para poder captar no recursos económicos, pero sí proyectos para mi ciudad. Con el PNUD hemos trabajado en nuestro plan de reordenamiento en la ciudad de El Alto, también hemos trabajado en proyectos público-privados, como la doble vía a Viacha, también hemos podido trabajar en el tema de la industrialización de la basura y además de que he ido adquirir mayor conocimiento de construcción de una ciudad. Por ejemplo, yo quiero que mi ciudad sea más humana, más empática y quiero que se abra más la visión de la ciudad de El Alto. Mi reto es poder generar una metrópoli aquí y estamos trabajando muy duro en eso y estos viajes me han ayudado a adquirir nuevos conocimientos de planificación municipal. Si yo ordeno la casa voy a poder ordenar mi ciudad y en eso estamos.
Otra de las críticas que hemos escuchado es que ha sido muy dura con la exalcaldesa Soledad Chapetón. Se ha visto esas imágenes ella con su bebé subiendo a la patrulla ¿Era necesario llegar a eso? ¿En qué están esos casos?
Primero, yo no le he mandado a que le lleven la patrulla, eso ha hecho la Fiscalía, que es un órgano muy aparte al municipio. Como municipio lo que hemos hecho es remitir los informes de auditoría en cuanto a anomalías económicas que hemos encontrado, por ejemplo, por los recursos del SUS que se utilizaron para pagar salarios, no para compra medicamentos; el tema de la doble vía de la avenida Juan Pablo II, donde se pagaron por 10 bocas de tormenta y no están esas bocas de tormenta. Entonces, son temas administrativos que se tienen que asumir. Tengo entendido que hay dos funcionarios de la gestión de ella en San Pedro por estos casos y tenemos otros en investigación. Si yo no hago caso a los informes de auditoría o a las anomalías que se han encontrado en la anterior gestión, estoy haciendo un incumplimiento de deberes.
Este mes también se recuerda el Día de la Mujer. ¿Usted diría que ha habido avances en Bolivia, en El Alto, respecto a la situación de la mujer?
Las mujeres nos encontramos en una situación muy difícil. En esta ciudad hemos tenido ya tres feminicidios (este año). Es muy duro ver niños huérfanos. Saber que el papá mató a la mamá y que esos pequeños se quedan en mi centro 24 horas, tengo chiquititos que duermen con parvularias porque no pueden dormir solos, es bien doloroso. Si bien tenemos normativas que protegen a las mujeres, no se ejecutan, no son favorables porque son muy burocráticas. Hemos solicitado cambios a la Ley 348 y en otras normas. Desde la Dirección de Gestión Institucional estamos trabajando en el plan de la mujer alteña. Tenemos un programa que se llama “mujer capacitada mujer renovada”, porque tenemos la plena seguridad de que una mujer que tenga independencia económica va a decir basta de violencia. Tenemos estos centros en los 14 distritos, ya tenemos tres promociones, me siento muy orgullosa de ver a las mujeres muy emprendedoras. No solamente les damos los cursos, también les damos las herramientas para que saquen adelante a sus familias.
Uno de los grandes retos que se viene es el censo. Le he escuchado decir que el que no se haga censar en El Alto no va a tener POA. ¿Por qué ese miedo de que la gente se vaya, acaso no hay arraigo en El Alto todavía?
La política te juega tantas cosas… y radicales dirigentes identificados con el señor Morales están diciendo “vámonos a hacer censar a nuestro municipio”. Entonces yo también les dije abiertamente que las personas que no se censen, no van a tener POA, porque no tienen el derecho de exigirme ni luminarias ni servicios básicos, porque ustedes están renunciando voluntariamente a los recursos que pueden venir por la cantidad de población. Estamos trabajando en promocionar el censo por los recursos que vamos a tener, me dijeron que vamos a sobrepasar el millón, bueno, entonces a trabajar todos, a ponerle pilas, a bajar a los ampliados, zonas, a explicarles por qué es importante el censo.
Fuente: paginasiete.bo