La toxicidad de su veneno afecta más los niños y los adultos mayores. Estos arácnidos controlan la población de insectos de suelo
Los alacranes o escorpiones son arácnidos que tienen como característica controlar a los insectos de suelo, como chulupis, grillos y gusanos. De manera que, si son exterminados, el efecto será una infestación de estos, explicó el biólogo Huáscar Bustillos.
El especialista señaló que en Bolivia existen 24 especies de alacranes y que están ambientados en diferentes hábitats. Bustillos indicó que las investigaciones sobre estos arácnidos son escasas en el país y que solo encontró dos artículos científicos, en los que se detalla la existencia de las 24 especies y tres familias: Bothriuridae, Buthidae e Iuridae.
Bustillos manifestó que, si bien todos los escorpiones tienen veneno, solo algunos son tóxicos para los seres humanos. También explicó que si una persona adulta sana es picada por uno de estos alacranes puede presentar dolor y fiebre, pero, al cabo de unas horas, y tomando algún calmante, los síntomas desaparecen y no hay mayor peligro. Sin embargo, los niños y los adultos mayores son más susceptibles a presentar síntomas más graves y, si la persona tiene una enfermedad de base, puede haber complicaciones para su salud.
El biólogo sostuvo que las estadísticas de picaduras de alacranes en el país son escasas o nulas y que, infiere, se debe a que al no haber complicaciones, las personas que son picadas por los alacranes no acuden al centro médico, por lo que el accidente no es reportado.
El escorpión de género Tityus es el más tóxico. El biólogo detalló algunas características que pueden ayudar a identificarlo: es de tamaño mediano, como un dedo índice adulto, cuando tiene la cola extendida. Es amarillo y tiene un contraste negro en la espalda y la cola. Posee pinzas delgadas, tiene una proyección del aguijón, que algunas personas han descrito como ‘doble aguijón’, aunque realmente no lo es.
Bustillos indicó que es normal que los escorpiones aparezcan en la época de lluvias, porque no les gusta mojarse y buscan lugares secos y oscuros para guarecerse. Sus lugares favoritos son: los escombros, piedras, restos de poda, madera y hojarasca, en el exterior. En el interior de las casas, se van debajo de las camas y dentro de los zapatos, por lo que aconseja voltearlos antes de usarlos. El biólogo señaló que parte de su naturaleza es andar en pares, así que se debe tomar atención cuando se encuentra uno.
Al ser arácnidos, usar aracnicidas (repelentes de arañas) puede ayudar a espantarlos.
