Los de Achumani siguen envueltos en una crisis institucional y deportiva que parece no tener fin.
Sigue hundido en un pozo. The Strongest fue goleado por Ceará en Brasil (3-0) y se despidió de la Sudamericana.
Los de Achumani siguen envueltos en una crisis institucional y deportiva, esa que inició en la final del Apertura – cuando perdió 3-0 ante Bolívar- y que parece no tener fin.
Y es que con la derrota de esta noche, el Tigre suma cuatro derrotas consecutivas y, lo que es más preocupante, ni siquiera logra realmente competir con sus rivales.
Esta noche fue totalmente superado por un rival que necesitó 30 minutos para liquidar la serie y si no metió más goles fue porque no quiso.
Sin, ni siquiera, su Director Técnico en la banca- Díaz está con licencia en Argentina-, el Tigre fue totalmente superado por un equipo que no expuso grandes virtudes futbolísticas, pero le bastó la intensidad para hacerse con el encuentro.
De hecho, desde el pitazo inicial arrinconó al visitante contra su área y era solo cuestión de tiempo para que encontrara la apertura del marcador.
La defensa atigrada intentó cerrar sus líneas y acomodarse cerca de Guillermo Viscarra, pero fue un remate de larga distancia de Richardson quien terminó venciendo la resistencia boliviana, a los 23 minutos.
El gol fue decisivo para el resto del partido. Hizo que el visitante pierda su libreto por completo y, por eso, 3 minutos después Víctor Luis anotó el segundo para los brasileños.
Pudo, incluso, ser peor, pero el VAR anuló lo que hubiera sido el tercer gol brasileño antes de la media hora de encuentro.
Con la ventaja en el encuentro y en la serie- Ceará había ganado 2-1 en La Paz-, los brasileños soltaron el pie del acelerador, aunque siempre parecieron estar en control del partido.
Fue, precisamente, por la bajada de intensidad de los locales que el Tigre pudo intentar adelantar sus líneas e intentar tímidas arremetidas a arco rival, aunque sin generar una verdadera jugada de peligro.
El complemento, por eso, tuvo la misma tónica. Cada vez que quería, el Ceará inquietaba el arco atigrado y el Tigre nunca logró hacerse, si quiera, con el control del balón.
Con ese panorama, los ataques del equipo brasileño eran constantes ante una endeble defensa artigrada y una respuesta nula de su improvisado entrenador.
Por eso, el tercer gol no sorprendió a nadie. Vinicius Moreira aprovechó un rebote a los 52 para concretar la goleada, no sin que antes haya una revisión del VAR.
Con todo decidido, el Ceará pasó, prácticamente, a realizar un entrenamiento con gente. Siempre con el control del partido, el territorio y el balón no anotó más goles porque no quiso.
En cambio, los de Achumani solo tuvieron 2 minutos de “reacción”, gracias a tres remates de larga distancia que fueron bien controlados por el arquero local.
Así, fueron pasando los minutos. El Ceará, sin mucho esfuerzo, tuvo algunas arremetidas para hacer más grande la goleada, pero se encontraron con un Guillermo Viscarra bien parado.
Así, el Tigre terminó su incursión internacional y sigue hundido en un pozo que, hasta ahora, parece no tener fondo.