El flujo de venezolanos, haitianos, colombianos, etc. se está convirtiendo en un problema humanitario en el departamento de Oruro
Según un reporte de prensa publicado en el sitio oficial de las Fuerzas Armadas de Chile, www.ejercito.cl, el Gobierno de ese país inició el despliegue de personal militar que, desde este lunes 27, realizará tareas de resguardo de las áreas fronterizas delimitadas, según dispone el Decreto Supremo N° 78.
A partir del pasado sábado 25 de febrero, este despliegue fue realizado en fases, y consistió en duplicar la cantidad de efectivos de la fuerza militar que estaban apostados en el lugar desde el año 2017.
El Decreto Supremo N° 78 establece que el Ejército chileno tiene la facultad de realizar tareas de resguardo en áreas fronterizas, además de controles de identidad, registro y retención de personas que se encuentren ilegalmente dentro de estas zonas, para, posteriormente, ponerlas a disposición de las fuerzas policiales de investigación y carabineros. También pone a disposición de las fuerzas de tareas todos los medios de transporte y tecnológicos de las fuerzas armadas, carabineros y fiscalía.
Para realizar estas funciones, el personal de Ejército, con apoyo de Carabineros de Chile, ha sido instruido sobre materias inherentes a la función policial, procedimientos de control y registro sobre personas y vehículos (en caso de que existan indicios de que la persona hubiera cometido algún delito), Derechos Humanos y grupos sujetos a vulnerabilidades, como mujeres, niños, migrantes, personas con capacidades diferentes y pertenecientes a pueblos indígenas y comunidad LGTBIQ+.
Sabaya es el municipio que reúne a 35 comunidades junto al límite con Chile, una de estas es Pisiga Bolívar, el poblado boliviano más cercano a la comuna chilena de Colchane, epicentro de la más reciente crisis de migrantes venezolanos que buscan día a día instalarse en la República de Chile.
Según reportes de Pisiga, ciudadanos venezolanos que intentaban pasar de Bolivia a Chile se están aglomerando, además de colombianos, haitianos y bolivianos. Pisiga Bolívar, fronteriza con Colchane (Chile), es una población orureña bastante pequeña y con pocos servicios de hotelería y hay riesgo de que la seguridad sea rebasada, situación que ya se está registrando en el lado chileno.
Ante el reforzamiento del control fronterizo chileno, Pisiga Bolívar, que tiene una población permanente de unos 400 residentes, ha llegado a duplicar y hasta triplicar el número de residentes. Esta “es una crisis humanitaria”, dijo Sandro Flores, alcalde de Sabaya, en contacto telefónico con EL DEBER.
Agregó que no es la primera vez que el Gobierno chileno restringe el ingreso de migrantes a ese país. «Estoy realizando un viaje a la sede de Gobierno, donde debo sostener reuniones con gente de Unicef, además de realizar otras gestiones. A mi retorno haremos la entrega de baterías de baños para una unidad educativa y aprovecharemos para realizar una inspección en la zona fronteriza, que nos permita establecer la situación de los migrantes. También queremos verificar que nuestros pobladores y vecinos no sean víctimas de malos tratos por los militares chilenos», dijo.
Muertes
Debido a la altura sobre el nivel del mar, a las bajas temperaturas y a la zona desértica que debe cruzarse, ya se han registrado varios decesos de los migrantes, que incluso pasan la frontera de noche.