De acuerdo con Casso, en los siguientes días se presentará un nuevo a avión para la incorporación a la flota de BoA y en tres semanas otra aeronave; para agosto se tiene confirmado la entrega de otra nave y para septiembre de otras dos. Finalmente, para fin de año se hará la entrega de otras dos, aún con fecha de confirmación.

“Estamos en ese proceso bastante complejo de conseguir talleres para que se adecuen las aeronaves, estén en condiciones y puedan ser certificadas para el ingreso a Bolivia. Vamos a tener mayor cantidad de aviones y mayor cantidad de frecuencias entre las ciudades que volamos. Eso tendrá un efecto positivo en las tarifas”, explicó en La Razón Radio.

También, señaló que 2021 fue bastante complicado para la empresa aérea debido a que en 2020 se recibió la línea aérea con una deuda por $us 43 millones a corto plazo, con aviones en tierra y componentes de sistemas vencidos.

Mencionó que se tuvo que aplicar un plan agresivo de recuperación en la estatal aérea que significó recorte de varios costos administrativos y el sacrificio de varios servicios que tenía la empresa, así como la reducción de los salarios para salvarla.

“El 2021 ha sido bastante sacrificado y afortunadamente podemos respirar porque la deuda ha sido pagada en un 66% y el resto ha sido reprogramado. Eso nos llega a pensar en el desarrollo. Tenemos gran demanda de pasajeros y necesitamos aumentar la flota, modernizar los equipos y hacer mayor infraestructura”, agregó Casso.