La Aduana Nacional decomisó mercadería de contrabando por un valor de 105,9 millones de dólares, que solo representa el 2,8% de los 3.600 millones de dólares que mueve el contrabando.
La semana pasada, la Aduana informó que las incautaciones de mercadería de contrabando llegaron a 717,6 millones de bolivianos (105,9 millones de dólares), nivel superior a los datos de 2021, cuando los comisos llegaron a 654,6 millones de bolivianos, y de 2020, cuando el valor de la incautación llegó a 383,4 millones de bolivianos.
“En la rendición de Cuentas Final 2022 de la Aduana Nacional, según sus estadísticas, se comisó un valor de mercancías por 717,6 millones de bolivianos la gestión pasada; si consideramos, que según estimaciones de la Cámara Nacional de Comercio, el contrabando en nuestro país mueve alrededor de 3.600 millones de dólares (9% del PIB), esto representa una afectación, a esta actividad ilegal, de apenas un 2,86%”, indicó el presidente de la entidad colegiada, Fernando Romero.
Añadió que del total incautado el año pasado, un 61% está representado por los vehículos incautados, pero apenas un 5% son bebidas y alimentos, y 2% ropa usada. “Esto quiere decir que la lucha contra el contrabando de actividades que dañan a la industria y comercio nacional tuvo resultados muy limitados”, observó Romero.
“¿Por qué se decomisa más vehículos que bebida, comida y ropa? ¿Será para mantener un nivel inflacionario bajo? ¿Es una opción para no tener tasas de desocupación elevadas en Bolivia?”, cuestionó el presidente de los economistas de Tarija.
Por su parte, el presidente de la Federación de Empresarios Privados de Tarija, Marcelo Américo Romero, señaló que en Bolivia no se fabrican vehículos y que la labor de todas las instancias del Estado debería apuntar a un mayor control del contrabando en general y de alimentos.
Para el sector privado es necesario que el Estado, a través de la Aduana, Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando y alcaldías pongan sus buenos oficios para luchar contra el contrabando de manera eficiente y con herramientas acordes a lo que se necesita en una amplia frontera como la que se tiene con Argentina y Paraguay.
“Lastimosamente, sentimos el abandono total del Estado en esta situación porque vemos que parecería que en sus diferentes estamentos han encontrado en el contrabando un aliado para maquillar el grado de desempleo que existe en Tarija, acá los niveles de desempleo son insostenibles”, precisó.