El seísmo, cuyo epicentro se ha situado cerca del norte de Siria, ha dejado fallecidos en ambos lados de la frontera, y se ha podido sentir también en el Líbano
Al menos 7.200 personas han muerto en Turquía y Siria por dos fuertes terremotos separados por tan solo unas horas. El primero, de 7,8 grados de magnitud, ha tenido lugar durante la madrugada de este lunes y su epicentro ha estado cerca de la ciudad de Kahramanmaras, en el sureste de Turquía y a pocos kilómetros de la frontera con Siria. A las 11.24 horas, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) informó de un nuevo seísmo de 7,6 grados en la misma zona. Los temblores de menor intensidad se han repetido durante todo el día.
- «Pensamos que era el apocalipsis«, explicó a la agencia AFP la reportera Melisa Salman. La periodista, que se encontraba en su casa en la región de Kahramanmaras, aseguró que nunca habían vivido algo así a pesar de saber que la región «acostumbra a sufrir seísmos». «Estaba muy asustada, pensaba que nunca pararía. Cogí algunas cosas para mi hijo de un año y salí del edificio», ha contado esta mañana Meryem a Reuters.
Según los datos facilitados por las autoridades de ambos países y los ‘cascos blancos’ que atienden en zonas opositoras sirias la cifra de muertos se ha incrementado hasta los casi 5.000 muertos, si bien se teme que la cifra pueda aumentar en las próximas horas debido a que miles de personas han resultado heridas y a que muchas siguen aún atrapadas entre los escombros. Solo en Turquía, las autoridades tienen constancia de al menos 3.381 víctimas mortales y más de 20.000 heridos. El balance corresponde a las diez provincias afectadas, si bien podría aumentar en las próximas horas por el elevado número de atrapados entre los escombros.
La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) calcula que más de 2.800 edificios han quedado completamente destruidos, principalmente como consecuencia del terremoto de 7,8 que sacudió el país de madrugada y de un posterior seísmo, ya a mediodía, que alcanzó la magnitud 7,6 en la escala de Richter. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha señalado que el suceso es «el mayor desastre desde el terremoto de 1939», que dejó más de 30.000 muertos. Las autoridades estiman que se han registrado más de un centenar de réplicas del primer gran seísmo.
«Antakya ya no existe. Ya no está. Se ha acabado», explicaba a EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica, un hombre que ha conseguido escapar con su familia de esa ciudad, una de las más afectadas por el terremoto.
El Gobierno de Recep Tayyip Erdogan calcula que más de 5.000 edificios han quedado completamente destruidos, principalmente como consecuencia de los dos seísmos que han sacudido el sureste del país. El presidente turco ha señalado que el suceso es «el mayor desastre desde el terremoto de 1939», que dejó más de 30.000 muertos. Las autoridades estiman que se han registrado más de un centenar de réplicas del primer gran seísmo.
El de más magnitud que todavía sigue vivo en la memoria del país anatolio, sin embargo, es el de 1999 —ese, cercano a Estambul, fue de 7,6 y dejó más de 17.000 muertos—. El actual ha afectado, en Turquía, a las ciudades de Adana, Antakya, Kilis, Gaziantep, Malatya y Diyarbakir, además de Kahramanmaras.
«Nuestros equipos de búsqueda y rescate han sido mandados inmediatamente hacia las regiones afectadas por el terremoto. Nuestro Ministerio del Interior, servicios de emergencias y gobernadores están trabajando rápidamente», ha dicho en sus redes sociales esta madrugada Erdogan, antes de que se revelara la magnitud de la catástrofe. «Pude salvar a tres personas con vida. Pero también he llevado varios cuerpos sin vida. No puedo volver a casa. Me quedo por si me necesitan», dijo a la AFP Halis Aktemur, un obrero de 35 años que fue a ofrecer su ayuda a los equipos de rescate que trabajaban en las ruinas de un edificio en Diyarbakir.
En la vecina Siria, un país sumido en una cruenta guerra civil desde hace más de una década, las provincias más afectadas son las de Idleb, Alepo, Hama, Latakya y el Tartús. «Aquí hay muchos edificios que se han derrumbado del todo», explica a este periódico Mohammed, un sirio habitante de la región opositora de Idleb. «Se ha ido completamente la luz, y la conexión de internet es muy débil, así que no sabemos cómo está la situación en los demás lugares de la zona. Nosotros, gracias a Dios, estamos bien», dice el hombre.
Además del terremoto —y por supuesto, la grave crisis humanitaria en Siria a causa de los 11 años de conflicto armado— la región vive esta semana una ola de frío y una tormenta invernal con precipitaciones de nieve y heladas previstas hasta, como mínimo, el jueves de esta semana.
Además, los equipos de rescate aún no han podido acceder a algunas de las localidades afectadas, debido tanto al mal tiempo como a los cortes de carreteras y autopistas por desperfectos tras el terremoto.fEl terremoto principal ocurrido este lunes de madrugada ha empezado a las 4 horas locales, y ha sido catalogado de 7,8 en la escala de Richter. Sin embargo, durante las horas siguientes, han sido registradas más de una decena de réplicas en toda la región, algunas de las cuales han sido de una magnitud de hasta 6.6 en la escala de Richter.
Centenares de muertos tras un seísmo de magnitud 7,4 en Turquía AGENCIAS
Más de una decena de réplicas
El terremoto principal ocurrido este lunes de madrugada ha empezado a las 4 horas locales, y ha sido catalogado de 7,8 en la escala de Richter. Sin embargo, durante las horas siguientes, han sido registradas más de una decena de réplicas en toda la región, algunas de las cuales han sido de una magnitud de hasta 6.6 en la escala de Richter.
«Pedimos a nuestros ciudadanos que no usen demasiado el teléfono y que mantengan las líneas de telecomunicaciones sin ocupar, y que salgan de sus casas y no se queden en ellas. Las réplicas podrían provocar el colapso de más edificios que hayan sido dañados en el primer seísmo», ha pedido el gobierno turco en un comunicado.
20:49
La UME ya trabaja en Ganzitep, Turquía
Los efectivos españoles de rescate de la Unidad Militar de Emergencias (UME) ya se encuentran trabajando en Ganzitep (Turquía) para ayudar en las labores de rescate en una zona donde «la mitad de la población está desaparecida» como consecuencia del terremoto, según ha detallado la ministra de Defensa, Margarita Robles.
En una entrevista en Cuatro, recogida por Europa Press, la ministra ha explicado que los efectivos de la UME salieron de España este lunes en dos aviones del Ejército del Aire y del Espacio –un A400M desde la base de Torrejón de Ardoz y un A330 desde Morón– con el objetivo de aterrizar en Adana, puerta del epicentro del terremoto que asoló parte de Turquía y Siria.
Al menos 60 refugiados palestinos fallecidos
La cifra de refugiados palestinos fallecidos en Turquía y Siria por los terremotos de este lunes se elevó hoy a 60, según informó la Autoridad Nacional Palestina (ANP), mientras el número total de muertos no para de escalar y supera ya los 7.200. El Ministerio de Exteriores de la ANP informó este miércoles de que hasta el momento han confirmado el fallecimiento de 42 refugiados palestinos en Siria y 19 en Turquía, producto de los seísmos que azotaron ayer la zona fronteriza entre ambos países.
Además, un portavoz del ministerio detalló que otros seis refugiados palestinos continúan bajo los escombros de edificios derrumbados. La agencia oficial de noticias palestina, WAFA, precisó que tres campos de refugiados palestinos en Siria fueron afectados por los terremotos, así como varios barrios palestinos en el norte del país.
Scholz se compromete ante Erdogan a brindar más ayuda
Rescatan a una familia entera bajo los escombros en Siria
La ONU prepara un convoy de ayuda al norte de Siria
La ONU dijo este martes que está preparando un convoy con ayuda humanitaria para apoyar a zonas del norte de Siria bajo control rebelde y que se han visto afectadas por los terremotos de este lunes.
El convoy puede partir en los próximos días desde el interior de Siria, cruzando las líneas del frente que mantiene al país dividido, según explicó el portavoz Stéphane Dujarric durante su conferencia de prensa diaria.
Aunque en el pasado se envió por esa vía apoyo humanitario a esas zonas, la mayor parte de la ayuda ingresa en la provincia de Idlib -el último gran bastión opositor- por un cruce fronterizo con Turquía gracias a una autorización del Consejo de Seguridad de la ONU y a pesar de la oposición de Damasco
Armenia se une al envío de rescatistas a Turquía y Siria
Las autoridades de Armenia han confirmado este martes el envío de equipos de rescate a Turquía y Siria, para colaborar con las labores de emergencia tras los devastadores terremotos registrados el lunes en el sureste y norte de cada país.
«Armenia despliega personal de rescate en Siria y Turquía para apoyar el trabajo de rescate en las regiones afectadas por los terremotos», ha informado en Twitter el portavoz del Ministerio de Exteriores armenio, Vaan Unanián.
Cerca de 7.200 personas han muerto por la sucesión de terremotos registrados el lunes en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, según datos facilitados por las autoridades de ambos países y los ‘cascos blancos’ que atienden en zonas opositoras sirias.
El terremoto tuvo un valor de 2 g: aceleró dos veces la gravedad
Los geólogos españoles no consideran «extraño» el doblete del terremoto de Turquía y que se produjera una réplica casi tan alta como la del terremoto principal, de 7,8, pero destacan «la aceleración de dos veces la gravedad» (2g) como factor clave para entender la magnitud del fenómeno. «La sismicidad es muy contagiosa», la magnitud del terremoto principal «desestructuró completamente la zona, entonces la corteza se ajusta a las nuevas tensiones del terreno y por eso las réplicas se van extendiendo en horizontal y en vertical», reconoce a EFE el geólogo y experto español en seísmos Antonio Aretxabala.
El desastre ha roto una superficie de 200 kilómetros de largo por 30 de ancho, así que hay que «representar el epicentro en un punto, pero en realidad sus dimensiones son enormes». La poca profundidad a la que se ha generado ha agravado los daños, pero el geólogo considera «una barbaridad» que el terremoto alcanzara un valor de 2 g, es decir, dos veces la aceleración de la gravedad, unas cifras a las que «no llegan ni los astronautas cuando suben a la nave».