Ser un carretillero de La Cancha es uno de los trabajos más complicados, debido a los horarios y al esfuerzo físico que se requiere para trasladar las bolsas, cargas, mercadería y otros materiales.
El trabajo de más de 600 carretilleros comienza a las 2:00, principalmente los días de feria: miércoles y sábado. El mayor movimiento de carga se da hasta el mediodía, pero puede extenderse hasta las 17:00 si hay demanda, contó su representante Cleto Huallpa.
Maniobrar las carretillas en medio de un mar de comerciantes y compradores es todo un reto. Los cargadores, además, deben abrirse paso por los pasillos angostos llenos de mercadería. A ello se suman las trancaderas y el caos vehicular.
El costo del traslado depende de la distancia y el tamaño de la carga. Huallpa dijo que oscila entre 3 a 5 bolivianos, pero si se trata de quintales o yutes grandes y pesados se cobra a 3 bolivianos la unidad. “Es que es pesado y hay que darse modos para circular por La Cancha”, detalló.
Cada carretillero invierte unos 3.500 bolivianos para contar con su herramienta de trabajo. Las llantas cuestan más de 150 bolivianos y la modificación con el cerrajero tiene un precio adicional, porque se requiere aumentar el tamaño original y un agarre más cómodo. Una vez concluida la jornada laboral, las carretillas se guardan en los depósitos.
Edades
Alrededor de la mitad de los carretilleros de La Cancha tiene más de 60 años, por lo que afrontan dolencias de salud, como dolor de espalda. Por esta razón, algunos usan fajas lumbares para aliviar la molestia.
Los jóvenes aún no tienen problemas para trasladar cargas pesadas, pero los adultos ya conocen sus límites.
“No hay otro trabajo, es lo que sabemos hacer, con esto hemos sacado adelante a nuestras familias, como todo trabajo también tiene sus dificultades”, contó un carretillero, Gregorio Gonzales.
La mayoría de los que se dedican a este oficio son migrantes. El representante recordó que primero eran cargadores, luego empezaron a utilizar los carritos de reparto y las carretillas.
Asociaciones
Los carretilleros ahora se organizan y cuentan con credenciales para garantizar el traslado de los productos de los comerciantes y de los compradores.
El alcalde Manfred Reyes Villa entregó la pasada semana las primeras 600 credenciales a las asociaciones.
La instrucción es que cada uno porte en el cuello la credencial. En esta se consigna el nombre del trabajador y el sindicato al que pertenece.
Cleto Huallpa explicó que las credenciales ya fueron repartidas a los sindicatos y se prevé que en próximos días se entreguen individualmente. Pero ¿de dónde nace esta iniciativa? Contó que varias comerciantes y compradoras sufrieron robos por carretilleros que no forman parte de ninguna asociación. En La Cancha hay más de 200 en esta situación.
“Queremos garantizar un mejor servicio. Incluso los usuarios van a poder identificar a quién es quién y si cometen alguna falta serán sancionados”, remarcó.
Las cuatro asociaciones reconocidas por la Alcaldía son 14 de Septiembre, 12 de Marzo, Cercado y 1 de Mayo. El color de las ruedas de las carretillas es el distintivo de los sindicatos: amarillo, rojo, azul y verde.
Las asociaciones no sólo apuntan a tener las credenciales, sino también a trabajar en un proyecto de ley para ser reconocidas como obreros y coadyuvar con el reordenamiento de los mercados.