Esta especie de aves fue objeto de un interesante estudio en Alemania que duró ocho años.
En Alemania, la especie de aves conocida como herrerillos comunes es otra de las pocas que se divorcian en el reino animal. Si bien muchas especies duran juntas para toda la vida, como los albatros, este diminuto animal alado no suele estar así con su pareja y rompe a veces su vínculo.
Un estudio publicado en Animal Behavior reveló cómo los herrerillos comunes no esperan a sus parejas para reproducirse, lo que quiere decir que si una vez tuvieron polluelos juntos es muy probable que para la siguiente vez ni se conozcan.
Cuando los ornitólogos hablan de “divorcio” en las aves, se refieren a que ambos miembros de una pareja reproductora sobreviven hasta la siguiente temporada de reproducción, pero terminan emparejándose con nuevos compañeros, en lugar de volver a juntarse con el mismo.
Por ejemplo, las garzas azules se divorcian después de cada temporada de reproducción, y los pingüinos emperador lo hacen alrededor del 85 por ciento de las veces.
Numerosos investigadores se han interesado en el efecto de las separaciones sobre el éxito reproductivo, pero hasta ahora pocos se han centrado en el proceso en sí, como lo hizo la ecóloga Carol Gilsenan, del Instituto Max Planck de Ornitología.
¿Por qué el truene?
Ella y sus colaboradores estudiaron cientos de herrerillos comunes durante ocho años, mediante el empleo de cajas nido en un bosque protegido en el sur de Alemania y hallaron que el 64 por ciento de las parejas reproductoras se separó durante el estudio, a pesar de que las que permanecieron juntas produjeron más huevos y sacaron adelante a más crías.
Si los dos miembros de una pareja regresaban a su antiguo territorio más o menos a la vez, era más probable que se volvieran a juntar; si lo hacían en momentos diferentes, tendían a separarse.
“Si uno se presenta pronto, no puede darse el lujo de esperar”, dijo la investigadora.
Y no esperan porque es más probable que pierdan la oportunidad de crianza, por lo que deben buscar una nueva pareja para reproducirse.
Calculan probabilidades
Debido a que los herrerillos comunes tienen una alta mortalidad cuando son adultos, no pueden esperar. De esta manera, el ave que regresa primero tiene más probabilidades de reproducirse si busca un nuevo compañero a que si se arriesga a esperar, porque pierde la oportunidad de emparejarse.
Los investigadores también descubrieron que si las parejas mantenían el contacto fuera de la temporada de cría tenían más probabilidades de sincronizar la vuelta y, por lo tanto, de mantenerse fieles entre sí.
Josh A. Firth, zoólogo de la Universidad de Oxford, que no participó en el estudio, opina que este análisis descarta aparentemente otras posibles causas del divorcio entre las aves, como las bajas tasas de éxito reproductivo, la infidelidad y la compatibilidad genética o conductual.
“En las poblaciones de animales silvestres el divorcio puede estar causado por efectos secundarios, casi por accidente”, dijo.
