El uso excesivo del celular puede traer consecuencias negativas a nivel físico, por la postura corporal que se adopta al utilizar los dispositivos.
Además, también a nivel mental por el aumento de la excitabilidad en el sistema nervioso que provoca el uso continuado del mismo.
Tal como ocurre con todos los excesos, es dañino para el bienestar del ser humano; y es que en la actualidad, desde niños hasta adultos tienen un completo descontrol con el uso de los móviles.
Según los expertos, la dependencia al uso de teléfonos inteligentes, se le conoce como nomofobia.
Este es un trastorno siquiátrico de adicción al teléfono celular que puede generar desde malestares en articulaciones, ojos, huesos y oídos hasta insomnio, depresión y ansiedad, señala el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Consecuencias
Aunque las tecnologías han llegado para hacernos la vida más fácil, es indispensable controlar su uso pues cuando se abusa, arroja consecuencias que terminan afectando diferentes ámbitos.
Por ejemplo, estar pendientes de manera constante a las notificaciones, correos o revisiones de redes sociales, se produce un incremento de la irritabilidad del sistema nervioso y con ello genera ansiedad, estrés, y hasta déficit de atención.
Por otra parte, las posturas forzadas generan dolor de cabeza y hasta sensación de mareo, y esto termina repercutiendo en el día a día y en la calidad de vida de la persona.
También puede provocar una disminución en la calidad del sueño e insomnio, a causa de la luminosidad extra de la pantalla, que activa varios receptores y hace pensar al cerebro que aún es de día.
Incluso, a causa del insomnio, se puede padecer irritabilidad, somnolencia y falta de concentración, por la falta de descanso durante las horas nocturnas.
