La ONU reitera la necesidad de una fuerza internacional que apoye a la Policía Nacional
“Las pandillas armadas buscaron expandir su influencia a los vecindarios del área metropolitana de Puerto Príncipe que hasta hace poco se consideraban relativamente seguros”, reveló Guterres en el documento de seguimiento a la situación y que describe un escenario de deterioro en Haití.
El secretario general de la ONU indicó que la violencia relacionada a las pandillas afectó el funcionamiento del sistema de justicia, del Poder Ejecutivo, la asistencia de los niños a las escuelas y hasta los esfuerzos del organismo internacional para combatir el tráfico ilícito de armas en los puertos del país.
El pasado martes el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió para conocer la ya descrita muchas veces crisis en Haití y sin que hasta el momento se decida en autorizar el envío de una fuerza multinacional para que apoye a la Policía Nacional en combatir a las bandas armadas que aterrorizan a la población.
Durante la reunión, Helen La Lime, representante especial en Haití del secretario general de la ONU, reiteró sus llamamientos para el despliegue de una fuerza internacional especializada, pero sin antes describir los retrocesos a los que está cayendo Haití en materia de seguridad y desarrollo.
La fuerza fue solicitada por primera vez por el Gobierno haitiano en octubre, pero aún no se ha materializado. “Los haitianos desean abrumadoramente esta asistencia para poder realizar su vida diaria en paz”, aseguró La Lime.
La Lime había dicho en diciembre en una sesión informativa ante el Consejo de Seguridad que, a pesar de la inversión del Gobierno, la Policía Nacional de Haití “sigue sin contar con los recursos suficientes y sin estar suficientemente equipada para abordar la enormidad de la tarea que tiene por delante”.
Crisis humanitaria
“El pueblo de Haití está sufriendo la peor emergencia humanitaria y de derechos humanos en décadas”, alertó el secretario general de la ONU. También indicó que la violencia de las pandillas ha alimentado el resurgimiento del cólera, ha aumentado la inseguridad alimentaria y ha desplazado a miles de personas.
Aunque Guterres felicitó a los socios humanitarios que brindan asistencia vital a las comunidades vulnerables, indicó que “se debe hacer más” para permitir el acceso humanitario, proteger a los civiles en todo el país, llevar a los perpetradores ante la justicia y garantizar que los recursos adecuados estén disponibles para la respuesta humanitaria.
Señaló que, en los lugares controlados por las pandillas, las personas se ven privadas de sus derechos más fundamentales, incluidos los derechos a la vida, el agua, la alimentación y la atención médica.
En ese contexto, mencionó el pedido del alto comisionado de la ONU para los derechos humanos de detener las repatriaciones de haitianos a su país porque no hay un regreso seguro y sostenible. “Insto a los países de la región a que consideren detener la deportación de haitianos hasta que las crisis humanitarias y de derechos humanos se hayan abordado adecuadamente”, pidió.
También reclamó por el abordaje urgente del impacto desproporcionado de la violencia de las pandillas sobre las mujeres y las niñas. Las bandas utilizan la violencia sexual, incluida la violación, como una estrategia para infundir miedo en las comunidades, con el objetivo final de extender su control.
“Las víctimas de estos crímenes atroces merecen justicia”, exclamó Guterres e hizo un llamamiento para un sistema de justicia responsable tome medidas inmediatas contra el estado actual de impunidad generalizada de los perpetradores y comprometió a la organización a intensificar el compromiso con los Estados miembros para mejorar el acceso de las víctimas de explotación y abusos sexuales a los mecanismos judiciales y no judiciales pertinentes.
“En este grave momento, reitero mi solidaridad con el pueblo de Haití, en particular con los jóvenes, que merecen un futuro más seguro, más brillante y más equitativo”, expresó.
Datos de la violencia
El número de homicidios denunciados para 2022 aumentó un 35.2 % en comparación con 2021, con 2,183 víctimas denunciadas durante el año (incluidas 163 mujeres y 22 niñas), en comparación con 1,615 (incluidas 93 mujeres y 19 niñas) en 2021.
De los homicidios, el 81.6 % se registró en el Departamento Oeste, donde los delitos relacionados con pandillas son más frecuentes. Entre los muertos se encontraban el excandidato presidencial Eric Jean Baptiste, el 28 de octubre, y el director de la Academia Nacional de Policía, Harington Rigaud, el 25 de noviembre.
Los secuestros también continuaron aumentando, lo que resultó en un aumento del 104.7 %, con 1,359 víctimas (incluidas 294 mujeres y 23 niñas) registradas por la policía en 2022 en comparación con 664 en 2021.
“Los disturbios civiles solo han agravado la situación”, indicó Guterres en el documento. En 2022, Naciones Unidas documentó al menos 1,490 manifestaciones, bloqueos de carreteras y barricadas, un aumento del 35.5 % en comparación con el año anterior.