Al grito de «Fuera Dina, traidora y asesina» o «Boluarte, acepta tu dictadura impuesta», los manifestantes exigieron la renuncia de la gobernante
Al grito de «Fuera Dina, traidora y asesina» o «Boluarte, acepta tu dictadura impuesta», los manifestantes convocados por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y por otras organizaciones de izquierda exigieron la renuncia de la gobernante y elecciones generales inmediatas.
En menor medida también se escucharon cánticos a favor de la libertad del expresidente Pedro Castillo, que permanece preso tras su fallido autogolpe de Estado del pasado 7 de diciembre, lo que derivó en su destitución por parte del Congreso y en su inmediata detención cuando pretendía refugiarse en la embajada de México en Perú.
Si bien no es la primera vez que se convocan plantones en Quito contra la crisis política de Perú, el de este martes fue el más numeroso, a tenor del creciente número de víctimas que dejan las manifestaciones, ahora principalmente concentradas en la capital Lima.
Pese a que la embajada de Perú, ubicada en una de las zonas más acomodadas de Quito, estaba resguardada por un contingente de la Policía Nacional de Ecuador, los manifestantes alcanzaron a colgar en la fachada de la sede diplomática una pancarta que decía «Estado asesino».
Mientras, una mujer con una máscara de calavera que lucía un vestido tradicional de cusqueña simbolizaba tendida en el suelo frente a la puerta de la embajada las víctimas mortales de las protestas, muchas de ellas de las regiones andinas del sur de Perú como Cusco, Puno, Ayacucho y Apurímac.
Crisis de larga data
Entre los integrantes del plantón estaba Alejandra Santillana, una peruana nacida en Huamanga (Ayacucho) que reside desde hace 30 años en Ecuador y que cree que la situación que atraviesa ahora Perú «es una crisis política de larga data que se profundizó con el fujimorismo hace ya más de 30 años».
La manifestante consideró que a ello se une un modelo neoliberal que concentra el poder en las élites empresariales, las mismas a las que acusó de estar detrás de Boluarte, para llevar a cabo «uno de los proyectos más crueles de violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad».
«Lo que vemos es que cuando hay un presidente que no proviene de las élites y que no cumple el mandato específico de las élites, como fue Pedro Castillo, será perseguido, y el pueblo que representa será asesinado, torturado y sus derechos humanos violados como ya ocurrió en otros momentos de la historia», afirmó a EFE Santillana.
Presencia aimara
De su lado, Elver Payi, un aimara natural de Huancané (Puno), argumentó a EFE que piden la renuncia de Boluarte por considerarla una «presidenta ilegal, porque prácticamente ha perdido toda la legitimidad».
«La gran mayoría pide su renuncia. Creo que ese es un punto inicial para el diálogo: la renuncia de Dina Boluarte«, indicó Payi.
El joven indígena abogó por una Asamblea Constituyente para tener una nueva Constitución «porque hay muchas desigualdades, y eso provoca que sólo unos pocos se beneficien y la gran mayoría quede en la pobreza».
Rechazo de la Conaie
Por su parte, Agustín Cachipuendo, dirigente de la Conaie, indicó que su organización, que agrupa a 14 pueblos y nacionalidades indígenas de Ecuador, rechaza lo que está sucediendo en Perú y acusó a Boluarte de ordenar disparar a los manifestantes.
«Cuando la gente está en el poder, y se pone al lado de las élites y la derecha, no va a defender el pueblo», añadió.
Desde diciembre, las protestas antigubernamentales de Perú suman 62 personas fallecidas, entre ellas más de 50 manifestantes por enfrentamientos, un policía calcinado y otras muertes relacionadas a las protestas.