“Lo que más bien vamos a hacer es asistir a los compañeros transportistas, que han quedado varados en este bloqueo, con la alimentación. Eso estamos tramitando para los que han quedado varados allá”, sostuvo Gutiérrez.
Sin embargo, apuntó que “por el momento es delicada la situación”. “No es igual que hacer (negociaciones) de Estado a Estado, (en este caso) tendríamos que hacer un trato con los bloqueadores, con las organizaciones sociales, y es delicado eso”, señaló.
“Si nosotros llevamos alimentación allá, lo pueden tomar a mal indicando que nosotros estaríamos solventando o ayudando a los bloqueadores, pero esa ayuda humanitaria es para nuestra gente, para los bolivianos que están varados allá”, agregó.
La autoridad indicó que, en promedio, son 800 vehículos con transportistas bolivianos atrapados en los diferentes puntos de bloqueo. Incluso advirtió que fueron amenazados con la quema de sus motorizados en caso de seguir insistiendo con querer pasar a territorio boliviano.
El presidente de la Cámara de Transporte Pesado Internacional de Cochabamba, Héctor Mercado, denunció la pasada semana que sus colegas atrapados en Perú reciben amenazas de saqueos y quema de sus vehículos con cargas si pretenden salir de sus cabinas.
Las principales carreteras en el país incaico se encuentran bloqueadas desde diciembre pasado por la crisis política que desató el fallido autogolpe de Pedro Castillo, que derivó en su destitución y finalmente, detención.
Los sectores que lo apoyan mantienen la extrema medida y aseguran que no desistirán hasta lograr la liberación de Castillo y la convocatoria a nuevas elecciones presidenciales.