“Xavier desde el principio se dedicó al apostolado de los más sencillos”, recordó uno de los sacerdotes jesuitas durante la celebración religiosa.
Tras una celebración religiosa en la parroquia Compañía de Jesús, Cochabamba, los restos del investigador social y sacerdote jesuita, Xavier Albó, fueron sepultados en el Cementerio General.
Albó falleció ayer a los 88 años. Estaba hospitalizado desde el 15 de enero en Cochabamba, muy delicado por complicaciones ocasionadas por un tumor cerebral.
Sus restos fueron velados en la parroquia de la Compañía de Jesús. Y hoy, con una misa, celebrada por el arzobispo de Cochabamba, Oscar Aparicio, se despidió al recocido investigador.
Los jesuitas presentaron una semblanza de Albó, su vida, recorrido y aportes para la comunidad. Destacaron la trayectoria del investigador y el aporte académico y social que hizo en el país.
“Xavier desde el principio se dedicó al apostolado de los más sencillos”, recordó uno de los sacerdotes jesuitas durante la celebración religiosa.
Al final de la celebración religiosa, el padre Sergio Montes agradeció a la población por las oraciones y por estar al lado de Albó en estos días.