El Distribuidor Felipe Quispe “El Mallku” tiene un 40 por ciento de avance físico. La obra, que se construye con una inversión de más de 22 millones de bolivianos, será entregada a mediados de año.
“Tenemos el distribuidor intersección avenida Costanera y avenida Bolivia El Mallku, que tiene casi un 40 por ciento de avance físico”, indicó Nancy Daza, secretaria municipal de Infraestructura Pública de la Alcaldía de El Alto.
Los trabajos comenzaron hace algunos meses en 2022, cuando se realizó el cierre de algunas vías, el cambio de paradas del transporte público y la modificación en las rutas.
Se tiene previsto que la obra de magnitud sea entregada a mediados de 2023, “siempre y cuando no tengamos problemas climatológicas, pero si no hay ningún inconveniente lo entregaremos en la fecha prevista, ya que su tiempo de ejecución es de 310 días calendario”.
Los obreros de la empresa Tauro, bajo supervisión de la Alcaldía de El Alto, realizaron el armado del encofrado para el vaciado de vigas de cemento en el distribuidor.
“Estamos avanzando de acuerdo con el cronograma, primero que ya se están armando los encofrados y también lo que son para las vigas, ya pronto se hará el vaciado de las primeras vigas, que son parte de la infraestructura”, indicó.
Asimismo, dijo que de manera provisional se instalaron dos puentes peatonales sobre el río Seco, el primero frente al Jach’a Uta y el otro, a 500 metros del puente Bolivia, avenida Costanera. “Los dos puentes se construyeron con el objetivo de facilitar la circulación de la población, que antes tenía que dar una vuelta más larga para poder cruzar al otro lado”, sostuvo.
Es una de las “megaobras” de la actual gestión municipal. La alcaldesa Eva Copa, en la inauguración, lanzó una olla de barro sobre la piedra fundamental de la obra.
“Aparte, existe el movimiento de tierra con maquinaria pesada, por lo que se ha comenzado con el estudio geológico y análisis de laboratorio. Obviamente, igual se hace instalaciones de faenas”, dijo.
Los funcionarios municipales realizaron el retiro de los semáforos y procedieron a la instalación de cercos, el enmallado está completo y los comerciantes y choferes del servicio de transporte público están reubicados. “Con el tiempo, la población se acostumbró a ir a otras paradas de transporte, ya que al principio había un poco de confusión”, dijo un vecino.
